La computación neuromórfica se basa en un principio simple pero poderoso: imitar la forma en que funciona el cerebro humano para crear sistemas informáticos más eficientes. A diferencia de los ordenadores tradicionales, que separan la memoria del procesamiento en lo que se conoce como arquitectura de Von Neumann, los sistemas neuromórficos integran ambos aspectos. Esto permite un procesamiento más natural, paralelo y veloz, similar a como nuestras neuronas y sinapsis trabajan en conjunto.
Imaginemos que un ordenador tradicional es como una oficina en la que hay que moverse constantemente de una habitación (la memoria) a otra (el procesador) para trabajar. En cambio, la computación neuromórfica es como tenerlo todo en un solo escritorio: rápido, directo y energéticamente más eficiente. Continúa leyendo «Computación neuromórfica: inteligencia artificial eficiente e independiente de la nube»