Hace tiempo que sabemos que el software de código abierto juega un papel crucial en nuestra vida diaria, desde la gestión de nuestras redes sociales hasta el soporte de infraestructuras críticas. Sin embargo, la transparencia que caracteriza a este tipo de software también lo convierte en un objetivo atractivo para ciberataques, tanto por criminales como por actores estatales. Ante esta situación, la Administración Biden ha decidido tomar medidas más concretas para asegurar que este ecosistema, esencial pero vulnerable, esté mejor protegido.