Microsoft anunció la gradual remoción del acceso público a una serie de herramientas de análisis facial impulsadas por inteligencia artificial de su plataforma Azure, incluida una con la que aseguraban identificar la emoción de una persona a partir de vídeos e imágenes.
Tales herramientas de «reconocimiento de emociones» han sido criticadas por expertos. Más allá del hecho de que las expresiones faciales consideradas como “universales” difieren entre las diferentes poblaciones, al responder a factores culturales; sobre esta propuesta se critica además que no responde a criterios científicos el ejercicio de equiparar las manifestaciones externas de emoción con los sentimientos internos.