X, la empresa antes conocida como Twitter, ha presentado una demanda contra el Center for Countering Digital Hate (CCDH), un grupo de investigación que ha estado analizando el discurso de odio en la plataforma. X alega que el CCDH violó sus términos de servicio y se involucró en actividades ilegales para obtener acceso a los datos corporativos.
Esta batalla legal plantea cuestiones importantes sobre la libertad de expresión, la responsabilidad de las plataformas de redes sociales y la investigación independiente.