Investigadores internacionales de la Universidad Johannes Kepler (JKU) en Linz (Austria), el Instituto Max Planck para Sistemas Inteligentes (MPI-IS) en Stuttgart (Alemania) y la Universidad de Colorado (CU Boulder) en Boulder (EE.UU.), han diseñado un músculo artificial totalmente biodegradable de alto rendimiento que puede ser utilizado para dar movimiento a robots blandos.
Este avance tecnológico abre nuevas posibilidades para la manera en que los robots pueden moldear el mundo que nos rodea, desde dispositivos portátiles que pueden redefinir nuestras habilidades físicas en la tercera edad hasta robots de rescate que pueden navegar por escombros en busca de personas desaparecidas. Aunque estos músculos artificiales pueden tener un fuerte impacto social durante su uso, no generan un impacto ambiental negativo después de su uso.