Un robot que se derrite en un charco después de espiar información

Publicado el

robot charco

Ya he hablado en varias ocasiones sobre robots blandos, robots que pueden cambiar de forma para realizar diferentes actividades, pero lo de este caso es realmente sorprendente.

Se trata de un robot espía que se derrite, pensado para recopilar información, meterse en lugares secretos, y derretirse en un charco aceitoso después de haber estado expuesto a la luz ultravioleta o al calor.

El diseño (sí, de momento es un diseño con un pequeño prototipo) ha sido publicado en arXiv, donde podemos leer que una de sus utilidades es «recopilar inteligencia», o lo que viene siendo espiar, vaya.

Ha sido diseñado por Seung-Kyun Kang, de la Universidad Nacional de Seúl en Corea del Sur, quien informa que el robot mide unos 3 centímetros de largo, tiene cuatro patas y se mueve usando aire neumático que le permite arrugarse y deslizarse por una superficie como un gusano.

Está hecho de silicona, y es desechable, por lo que podemos decir que se destruye a sí mismo después de cumplir su misión. No tiene que volver a su origen para entregar los documentos robados, ya que en teoría será capaz de enviar datos de forma remota, incluyendo lecturas de temperatura. Cuenta con fotodetectores para detectar la luz UV, de forma que después de cumplir la misión, buscará una fuente de UV para que se transforme en un fluido aceitoso poco sospechoso.

Para qué puede usarse

En BGR lo enfocan como el robot espía del momento, aunque por ahora solo es un diseño en papel, factible, pero solo un prototipo, por lo que aún podemos dormir tranquilos, ya que dicen que solo podrá ser un espía con todas las letras dentro de unos 20 años.

Los investigadores simularon una misión para probar el robot en el que tenía que explorar un entorno desconocido y luego destruirse a sí mismo antes de que cayera en manos enemigas. El robot primero tomó lecturas de temperatura de una pistola de calor y luego se movió a una zona diferente usando fotodetectores para detectar la luz de una lámpara UV. En una tercera zona, alertó a los investigadores cuando los niveles de temperatura eran demasiado altos.

Estamos acostumbrados a que los robots blandos se usen para entrega de medicamentos, o para combatir el cáncer, ya que pueden viajar a partes específicas del cuerpo, pero ahora tendremos que mirar al suelo cada vez que trabajemos en algo ultrasecreto, no sea que haya un charco sospechoso.

Comparte en: