En Virudhunagar, una localidad del sur de la India conocida por sus antiguos templos, la tradición convive con la tecnología de vanguardia. Lo que antes era un territorio eminentemente agrícola y espiritual, ahora se ha convertido en un terreno fértil para el desarrollo de inteligencia artificial (IA). Este fenómeno se conoce como cloud farming, una práctica que ha cambiado la forma en que se concibe el trabajo remoto y la formación de datos en la era digital.
Qué es el cloud farming y por qué ocurre en zonas rurales
El término cloud farming hace referencia al proceso de externalizar tareas digitales como la etiquetado de datos, transcripción de audio y entrenamiento de modelos de IA a centros ubicados en zonas no urbanas. Es una evolución del outsourcing tradicional que solía concentrarse en grandes ciudades como Bangalore o Chennai. Ahora, la tendencia se desplaza hacia pueblos más pequeños, donde los costos operativos son menores y el talento está dispuesto a quedarse cerca de casa.
Esta descentralización ha permitido que empresas como Desicrew y NextWealth lideren una nueva ola de trabajo digital. Lejos de los rascacielos de las urbes tecnológicas, los centros rurales de estas compañías cuentan con conectividad confiable, infraestructura segura y personal altamente capacitado, lo que les permite trabajar con clientes globales en condiciones equivalentes a las de cualquier metrópoli.
Historias de quienes entrenan a la inteligencia artificial
Mohan Kumar, empleado de Desicrew, es parte esencial en la cadena de creación de IA. Su tarea consiste en etiquetar datos y entrenar algoritmos para que puedan reconocer patrones, interpretar imágenes o transcribir audios. Gracias a este trabajo, los modelos se perfeccionan constantemente, logrando comportamientos casi autónomos.
Para Kumar, vivir en una pequeña localidad no supone una desventaja profesional. Asegura que la calidad del trabajo es la misma que en las grandes ciudades y que la diferencia es solo geográfica. Este modelo no solo descentraliza la economía digital, sino que ofrece nuevas oportunidades laborales en comunidades que antes eran ajenas al mundo tecnológico.
Desicrew: pioneros en llevar el trabajo a las personas
Desicrew, fundada en 2005, fue una de las primeras en apostar por este enfoque. Su director ejecutivo, Mannivannan J K, explica que el objetivo siempre ha sido llevar empleos de calidad al lugar donde vive la gente, en lugar de forzarlos a migrar a las ciudades. Esta visión ha transformado vidas, especialmente las de mujeres que ahora cuentan con su primer trabajo remunerado, generando un impacto directo en el bienestar de sus familias.
Aproximadamente el 40% del trabajo de Desicrew ya está relacionado con la IA, pero se espera que esa cifra alcance el 100% en poco tiempo. Una de sus tareas principales es la transcripción de audio a texto, una fase crítica para que las máquinas aprendan a comprender el lenguaje humano en sus múltiples variantes y contextos.
NextWealth: potenciando el talento oculto en pueblos
NextWealth, otra empresa pionera, opera desde 2008 con sede en Bangalore, pero sus centros están en 11 localidades más pequeñas. Con una plantilla de 5.000 personas y un 60% de mujeres, esta empresa refleja cómo el talento no es exclusivo de las grandes ciudades. Según su cofundadora, Mythily Ramesh, el 60% de los graduados universitarios indios provienen de pueblos, pero rara vez son contratados por las compañías tecnológicas convencionales.
Con una clientela mayoritariamente estadounidense, NextWealth se dedica a entrenar y validar algoritmos para todo tipo de usos: desde sistemas conversacionales como ChatGPT hasta reconocimiento facial. Ramesh sostiene que India tiene una ventaja estratégica de cinco a siete años en este sector frente a otros países como Filipinas, gracias a su escala y experiencia temprana.
Impacto social y económico del trabajo remoto tecnológico
Lo interesante de este fenómeno no es solo su eficiencia tecnológica, sino también su impacto transformador en lo social. Muchas de las personas contratadas en estos centros son mujeres sin experiencia previa en el mercado laboral, lo que les otorga independencia económica, mejora el nivel educativo de sus hijos y eleva el nivel de vida familiar.
Dhanalakshmi Vijay, empleada de NextWealth, explica cómo su tarea consiste en afinar modelos de IA, corrigiendo errores sutiles como la confusión entre prendas similares. Cada ajuste mejora la precisión del algoritmo, y este aprendizaje retroactivo se convierte en una especie de experiencia acumulada, similar a una actualización de software constante.
Este trabajo no es abstracto: tiene consecuencias visibles en el día a día. Gracias a estas labores, sistemas de recomendación en tiendas en línea o asistentes virtuales se vuelven más precisos y útiles para millones de personas.
Retos estructurales y percepción internacional
Aunque el modelo ha probado ser eficaz, no está exento de desafíos. Uno de los principales es garantizar una conectividad de alta velocidad y centros de datos seguros en todas las regiones rurales. Aunque empresas como Desicrew y NextWealth aseguran contar con infraestructura robusta, expertos como KS Viswanathan advierten que esto no es uniforme en todo el país.
Además, existe un problema de percepción entre los clientes internacionales, que asumen que un entorno rural implica menos seguridad y profesionalismo, a pesar de que los estándares técnicos pueden estar al mismo nivel que en una ciudad. La confianza, en este caso, debe ganarse proyecto a proyecto, con entregas consistentes y resultados medibles.
El futuro de la IA pasa por pueblos conectados
El crecimiento del cloud farming sugiere que los próximos grandes avances de la inteligencia artificial no necesariamente se gestarán en Silicon Valley, sino en oficinas modestas de pueblos indios. Si se mantiene el ritmo actual, pequeñas localidades como Virudhunagar podrían convertirse en nodos fundamentales para el desarrollo tecnológico global, replicando lo que sucedió con los servicios IT hace dos décadas.
Para millones de jóvenes en India, esta tendencia no solo representa una oportunidad de empleo, sino también una redefinición del éxito profesional: ya no es necesario migrar para prosperar. Con conexión, capacitación y visión, la inteligencia artificial también se cultiva lejos de los centros urbanos.
