La creciente presencia de la Inteligencia Artificial (IA) en diversas áreas de nuestras vidas ha generado preocupación sobre su impacto en el ámbito laboral. Ahora, los narradores de audiolibros se encuentran frente a un cambio disruptivo en su industria debido al avance de la IA, principalmente en lengua inglesa. Estos profesionales, que durante años han ganado su sustento con sus voces, están viendo cómo su campo se transforma rápidamente.
La IA tiene la capacidad de crear grabaciones con sonidos humanos a una velocidad de producción en serie, evitando en gran medida la necesidad de contar con profesionales humanos. Esto ha llevado a una disminución significativa en la demanda de servicios de narración tradicionales, afectando directamente a los narradores de audiolibros y generando una preocupante caída en su flujo de trabajo.
El surgimiento de la IA en la narración de audiolibros
Comentan en techxplore.com que la narradora de audiolibros Tanya Eby, quien ha sido actriz de voz y narradora profesional durante 20 años, ha experimentado una disminución del 50% en su carga de trabajo en los últimos seis meses. Mientras que en un año normal sus reservas se extenderían hasta agosto, en la actualidad solo cuenta con reservas hasta junio. Este descenso en la demanda de trabajo es una tendencia que muchos de sus colegas también han experimentado.
Aunque podría haber otros factores en juego, Eby señala que la IA parece ser una influencia relevante en esta situación. Sin embargo, no existe una etiqueta que identifique las grabaciones asistidas por IA como tales. Se estima que actualmente existen miles de audiolibros en circulación que utilizan «voces» generadas a partir de una base de datos.
Una de las compañías más innovadoras en este campo es DeepZen, una empresa con sede en Londres que ha desarrollado una base de datos con grabaciones de voces de varios actores que fueron solicitados a hablar en diferentes registros emocionales. Con su tecnología, DeepZen afirma poder reducir los costos de producción de un audiolibro a una cuarta parte o menos de un proyecto tradicional.
El dilema de la ética y la propiedad de las voces
Sin embargo, surgen preocupaciones éticas en relación con el uso de las voces generadas por IA. Algunas plataformas utilizan voces encontradas en bases de datos sin pagar por ellas ni respetar los derechos de autor correspondientes. Este «área gris» está siendo explotada por diversas empresas, lo que genera un debate sobre la necesidad de establecer estándares claros y éticos en la industria de la narración de audiolibros asistida por IA.
Empresas como Speechki, una startup con sede en Texas, utilizan tanto sus propias grabaciones como voces de bases de datos existentes. Sin embargo, afirman que solo lo hacen después de firmar contratos que cubren los derechos de uso. Es fundamental garantizar que se respeten los derechos de los actores de voz y los narradores profesionales, y que se establezcan acuerdos justos para el uso de sus grabaciones.
La coexistencia entre la narración humana y la generada por IA
A pesar de las preocupaciones sobre la pérdida de empleo para los narradores de audiolibros, algunos ven la posibilidad de una coexistencia entre la narración humana y la generada por IA. Grandes editoriales y empresas tecnológicas como Audible, subsidiaria de Amazon, visualizan un futuro en el que las actuaciones humanas y el contenido generado por texto a voz puedan coexistir en armonía. Audible, de hecho, presentó recientemente una ampliación importante en lengua catalana, dejando claro que las voces humanas son su prioridad en estos momentos.
La introducción de la IA en la narración de audiolibros ha llevado a gigantes tecnológicos como Apple y Google a incursionar en el mercado de audiolibros narrados por IA, con el objetivo de hacer que la creación de audiolibros sea más accesible para autores independientes y pequeñas editoriales.
La importancia de la narración humana y la experiencia del oyente
A pesar de los avances tecnológicos, muchos profesionales y amantes de los audiolibros argumentan que la narración humana es fundamental para la experiencia de escucha. La actriz y narradora de audiolibros Emily Ellet, cofundadora de la Asociación Profesional de Narradores de Audiolibros (PANA, por sus siglas en inglés), afirma que la esencia de contar historias es enseñar a la humanidad cómo ser humanos. Por lo tanto, considera que este aspecto no debería ser confiado a las máquinas.
Tanya Eby también destaca una crítica frecuente a las grabaciones generadas por IA: la falta de conexión emocional en comparación con una grabación realizada por un ser humano. Sin embargo, existe la preocupación de que las personas se acostumbren a las versiones generadas por máquinas, lo que podría disminuir la valoración de las interpretaciones humanas.
La creciente presencia de la IA en la narración de audiolibros plantea un dilema ético y laboral, pero también ofrece nuevas oportunidades y soluciones más económicas para producir audiolibros. Es fundamental encontrar un equilibrio entre los beneficios del contenido generado por IA y la preservación de las cualidades únicas que aportan los narradores humanos a la experiencia auditiva.
En mi opinión, no hay voz artificial que pueda compararse con la voz humana, aunque no sé durante cuánto tiempo esto podrá seguir siendo así.