China se ha convertido en una de las principales potencias mundiales en el ámbito de la tecnología y la ciencia. En un informe reciente, el Instituto de Política Estratégica Australiano (ASPI) reveló que China lidera en 37 de las 44 tecnologías críticas y emergentes identificadas en el informe. ¿Cómo ha logrado China tal éxito? ¿Cuáles son las implicaciones para el futuro? ¿Por qué Occidente teme a China?
China lidera en 37 de 44 tecnologías críticas y emergentes
El informe del ASPI muestra que China lidera en áreas como la inteligencia artificial, la biotecnología, la energía renovable y la tecnología espacial. Estas tecnologías son consideradas críticas y emergentes, lo que significa que son fundamentales para el desarrollo económico y la seguridad nacional de un país.
El informe también señala que China ha superado a Occidente en términos de inversión en tecnología y ciencia. De hecho, China invierte más del 2,2% de su PIB en investigación y desarrollo, mientras que el promedio de la UE es del 2,1% y el de EE. UU. es del 2,8%.
Cómo China ha logrado su éxito en tecnología y ciencia
Una de las claves del éxito de China en tecnología y ciencia es su inversión en investigación y desarrollo. El gobierno chino ha invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de tecnologías críticas y emergentes, lo que ha permitido que las empresas chinas estén a la vanguardia en estas áreas.
Además, el gobierno chino ha creado incentivos para que las empresas inviertan en investigación y desarrollo. Por ejemplo, las empresas que invierten en investigación y desarrollo pueden recibir subsidios fiscales.
Otra de las razones por las que China ha logrado tanto éxito en tecnología y ciencia es la importancia que se le da a la educación. El gobierno chino ha invertido fuertemente en la educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), lo que ha llevado a un aumento en el número de graduados en estas áreas.
Según el Ministerio de Educación de China, en 2019 hubo 8,34 millones de graduados en STEM, lo que representa el 45,4% de todos los graduados en China. En comparación, en EE. UU. hubo 568,000 graduados en STEM en 2019, lo que representa el 34% de todos los títulos de licenciatura otorgados.
Implicaciones para el futuro
El informe del ASPI sugiere que China continuará liderando en tecnología y ciencia en el futuro previsible. Esto significa que China tendrá una ventaja significativa en áreas críticas y emergentes, lo que podría tener implicaciones significativas para la economía y la seguridad nacional de otros países.
Por ejemplo, si China lidera en inteligencia artificial, podría tener una ventaja competitiva en áreas como la manufactura y la defensa. Además, si China lidera en energía renovable, podría tener una ventaja en términos de la transición a una economía baja en carbono.
El miedo de Occidente
A medida que China sigue avanzando en la ciencia y la tecnología, Occidente cada vez siente más miedo. Como mencionamos anteriormente, Estados Unidos ha aumentado las sanciones contra China en varios sectores tecnológicos, incluyendo los microchips. Sin embargo, esta estrategia probablemente no tendrá el resultado deseado. En lugar de frenar a China, solo la motivará a ser más independiente y desarrollar sus propias capacidades tecnológicas.
El miedo de Occidente a la ascensión de China como potencia tecnológica también se debe a la percepción de que China no juega limpio y se basa en la copia y el robo de tecnología de Occidente. Sin embargo, como se ha mencionado en este texto, China también ha hecho grandes inversiones en I+D y ha creado sus propias tecnologías y patentes. De hecho, la Comisión Europea señaló en un informe reciente que «la brecha entre los avances tecnológicos de la UE y los de China se está reduciendo».
En lugar de temer a China, Occidente podría beneficiarse de una cooperación en ciencia y tecnología. La colaboración en la investigación y el desarrollo podría llevar a avances significativos en áreas como la energía limpia, la medicina y la inteligencia artificial. La ciencia y la tecnología son áreas en las que la colaboración, en lugar de la competencia, puede ser especialmente fructífera. Pero eso es soñar con un mundo donde los políticos crezcan juntos.