Este año será crucial en el segmento de las búsquedas por Internet. Y es que tras la irrupción de ChatGPT de OpenAI a finales del pasado año, no son pocas las iniciativas que pretenden arrebatarle la hegemonía de las búsquedas por Internet a Google, a pesar de que las tecnologías subyacentes aún deben madurar para evitar ofrecer respuestas erróneas o sesgadas.
Microsoft es quizás la compañía que más está peleando en este sentido, teniendo previsto lanzar en breve una versión de Bing con ChatGPT integrado, aunque hoy se han llegado a filtrar las primeras imágenes de este esperado servicio.
Pero además de Microsoft se encuentra Perplexity, e incluso el motor de búsquedas de You también lanzó su servicio con ChatGPT integrado casi a finales del pasado mes de diciembre, y es probable que con el tiempo veamos más iniciativas.
Relación similar a la de Microsoft con OpenAI
Pero lo que no sabíamos hasta ahora es que Google ha invertido unos 300 millones de dólares en una compañía emergente similar a OpenAI a finales del pasado año, y casualidades de la vida, esta compañía emergente, llamada Anthropic, ha sido fundada en el año 2021 por ex-trabajadores de OpenAI, descontentos con la trayectoria de la misma hacia un modelo cada vez más comercial desde que en 2019 firmase el primer acuerdo con Microsoft.
El acuerdo, según informa ahora Financial Times, incluye que Google toma una participación del 10% de la compañía mientras que la misma debe comprar capacidades de computación en la nube de Google, algo parecido a lo que ocurre en la actualidad con Microsoft y OpenAI.
Si bien Google ya está trabajando con diferentes productos de Inteligencia Artificial, también hemos sabido que Anthropic dispone de su propio chatbot semajante a ChatGPT llamado Claude, y que actualmente se encuentra en fase beta cerrada.
Con esto en mente, por ahora es difícil conocer por cual se podría decantar finalmente Google para no quedarse atrás, cuando ya está haciendo pruebas internas con un chatbot, que podría ser finalmente su gran rival a ChatGPT.
Más información: Financial Times