Gracias al avance de la tecnología espacial generado estos últimos años, hemos tenido el privilegio de apreciar imágenes cada vez más extraordinarias de los planetas que conforman nuestro sistema solar, así como de sus lunas.
En el caso de Júpiter, han sido diversas las imágenes de alta resolución que se han obtenido de este planeta y de sus lunas, una de ellas Ganímedes, de la cual ya no solo podemos conocer cómo se ve sino también cómo se escucha.
Esto gracias al esfuerzo realizado por la nave Juno, la cual registró un audio de 50 segundos mientras sobrevolaba esta luna.
Dicho material fue presentado por la NASA durante la reunión de otoño de la Unión Geofísica Americana (AGU por sus siglas en ingles).
Al momento de reproducir el clip el sonido resultaba similar a aquel generado por un modem de acceso telefónico. Este registro marca el final de la misión Juno que llevaba años explorando Júpiter y sus lunas.
A través del instrumento Waves implantado en Juno fue posible llevar a cabo la grabación del sonido generado por Ganimedes, aunque este fue diseñado originalmente para registrar las ondas de radio y plasma emanados por la magnetosfera de Júpiter, es decir, la burbuja de partículas que cubren por completo este planeta.
Dado que Ganimedes es la única luna del sistema solar con su propia magnetosfera es entendible que el instrumento haya funcionado de forma eficaz registrando los datos generados por las emanaciones de este elemento.
Posteriormente los datos fueron procesados y transferidos a un rango de audio para llevar a cabo la grabación.
Respecto al audio registrado por Juno, el investigador principal de esta nave y miembro del Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio, Scott Bolden, expresó lo siguiente:
«Esta banda sonora te hace sentir como si estuvieras viajando a lo largo de Juno navegando por Ganímedes por primera vez en más de dos décadas».
Cabe mencionar que días antes de que la NASA obtuviera el audio la agencia había hecho el anuncio de que Juno estaría situándose a una distancia de poco más de mil kilómetros de distancia de Ganimedes, lo cual representó la oportunidad perfecta para estudiar esta luna.
Dicha hazaña no había sido replicada desde el año 2000 cuando la sonda Galileo transitó por allí.