Desde hace bastante tiempo atrás, hemos podido encontrar diversos acortadores de enlaces en Internet, que junto con reducir la extensión de una URL, camuflan de primera vista su real dirección de destino en un formato más fácil de compartir.
Una herramienta ofrece la dinámica inversa: alargar una dirección a cientos de caracteres de extensión, con el fin de que a la vista sean realmente irreconocibles.
Las URLs acortadas a través de cualquiera de los servicios masivamente utilizados para tal fin, usualmente ofrecen direcciones cortas e incluso, en algunos casos brindan la opción de personalizarlas. En términos prácticos, la utilidad de esta estrategia radica en la facilidad que ofrecen estos links para ser compartidos o memorizados.
Sin embargo, hay ocasiones en las que se necesita justamente lo contrario: camuflar una URL “confidencial”. Por ejemplo, si se tiene el hábito de compartir pantalla en sesiones de videoconferencias o si se trabaja en un espacio compartido, la exposición accidental de un enlace privado (como el acceso a una carpeta en la nube, por ejemplo) desde una ventana de chat o de correo electrónico, puede comprometer la privacidad de aquella información.
Una larga y compleja URL para resguardar un enlace compartido
URL Lengthener ofrece una dirección base 64 caracteres, aaa.aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.com, que se prolonga con cientos de caracteres especiales, que se asignan aleatoriamente para cada dirección compartida.
Para alargar una dirección, el proceso a seguir es similar al de cualquier acortador de enlaces. Sin la exigencia de registrarse en la plataforma, basta con proporcionar una URL en el formulario que aparece en la portada del sitio, el cual al ser enviado, inmediatamente arroja como respuesta una dirección extensa, generada bajo ese dominio.
La dirección de la portada de WWWhatsnew tiene 22 caracteres, incluyendo el protocolo https al inicio. Al ser procesada por URL Lengthener, su longitud alcanza los 275 caracteres, que combinan en su extensión una serie de caracteres difíciles de memorizar y reproducir.
Una dirección así de larga, es ideal para compartirse en ventanas de chat o en mensajes de correo electrónico, sobre todo en casos de potencial exposición, como los mencionados en los ejemplos de los párrafos precedentes.
No obstante, para la mayoría del resto de casos posibles, vale más la pena optar por un acortador tradicional. Por ejemplo, al generar un código QR, mientras más larga es la dirección, más complejo es el patrón de cuadros.