Resultan interesantes las posibilidades de los guantes diseñados para transmitir una retroalimentación háptica al usuario, ya sea que se trate de una experiencia generada por objetos presentes en lugares distantes o en entornos de realidad virtual.
En este sentido, se ha dado a conocer un nuevo dispositivo desarrollado por científicos en Australia, específicamente de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el equipo, este dispositivo puede tener la capacidad de brindar al usuario una experiencia más realista respecto a iniciativas anteriores, gracias al uso de músculos artificiales suaves que poseen un funcionamiento más cercano a nuestro sentido del tacto.
Y si bien el dispositivo resulta similar a otros observados, este resuelve las limitaciones de versiones anteriores respecto a la precisión del tacto.
Este logro representa un gran adelanto en el objetivo de hacer posible que los guantes puedan ser utilizados en el futuro en ámbitos como la telemedicina, donde un paciente pueda ser examinado físicamente desde la distancia.
Para ello, los investigadores se dieron a la tarea de dotar a los guantes hápticos de un nuevo nivel de sensibilidad integrando músculos artificiales, denominados también dispositivos de estiramiento de la piel suave (SSD por sus siglas en ingles).
El funcionamiento de estos músculos artificiales está sustentado por la actuación de 3 elementos: micromotores, jeringas diminutas y presión hidráulica, los cuales funcionan como sensores tridimensionales que producen fuerza cuando son implantados en las puntas de los dedos del guante háptico.
Si una persona toma un objeto con los guantes, los sensores de fuerza tridimensionales miden esta interacción generando señales que son enviadas al guante háptico usado por otra persona para generar en este esa misma fuerza tridimensional concentrándola en las puntas de sus dedos de manera que pueda experimentar el sentido del tacto de la persona que toca el objeto.