Si los usuarios se llegaron a sorprender con la lente Sasha dog de Snapchat hasta el punto de creerse que un perro iba a ser atropellado por un coche, ahora Google quiere llevar la Realidad Aumentada aún más lejos para ofrecer una experiencia lo más cercana a la realidad.
Y para ello sigue mejorando su plataforma ARCore, lanzada a principios del pasado año (2018). Lo último en llegar a esta plataforma es la nueva API de profundidad con la que tratará de ofrecer experiencias de profundidad a los objetos virtuales incluidos en entornos reales. Destaca la capacidad de oclusión, es decir, que un objeto virtual pueda llegar a ser tapado total o parcialmente por un objeto real.
Permitirá integraciones de objetivos virtuales más realistas y creíbles
Esta capacidad funcionará a nivel del propio teléfono, sin depender de la nube, no siendo necesario que el mismo deba reunir características específicas, pudiendo funcionar en cualquier teléfono Android que se haya adquirido en los últimos años, y que Google estima en unos 200 millones de dispositivos.
A partir de hoy, esta capacidad estará disponible tanto en la aplicación de diseño para el hogar Houzz como también a través de las Búsquedas en Realidad Aumentada de Google. En Houzz, los usuarios pueden activar esta opción para mostrar los muebles introducidos virtualmente de manera más realista, en lugar de verlos como si estuvieran flotando en el aire.
En las Búsquedas de Google, los usuarios podrán buscar, por ejemplo, por gato, pudiendo ver como el gato se puede integrar en el propio entorno en la opción de visualización en el propio espacio, activando la capacidad de oclusión para que pueda ser tapado por cualquier objeto real.
Esta capacidad será puesta a disposición del resto de desarrolladores muy pronto para que puedan llegar más adelante a otras aplicaciones de consumo. Para lo que sí habrá que esperar es para la disponibilidad de las capacidades de física y mapeo 3D, que permitirán que los objetos virtuales puedan interactuar con los objetos reales de las escenas como si fuesen verdaderamente objetos reales, teniendo en cuenta los distintos tipos de superficies como los que interactúan.
Crédito de la imagen: Google