Cada año varios bebés y mascotas mueren por haber sido olvidadas en el coche. La historia siempre es la misma, alguien olvida que tiene a su mascota o a su bebé en el asiento de atrás y sale a trabajar, lo que pone en peligro la vida del pasajero por causa de las temperaturas extremas (ya sea calor o frío).
Aunque pueda parecer de película, es más frecuente de lo que pensamos, y ahora hay un sensor que puede ayudar a disminuir este tipo de accidentes.
Se trata de un nuevo dispositivo desarrollado por investigadores de la Universidad de Waterloo, que combina tecnología de radar con inteligencia artificial (IA) para detectar niños o animales desatendidos con una precisión del 100 por ciento.
El sensor tiene tres centímetros de diámetro, y se pone en el espejo retrovisor de un vehículo o montado en el techo. Envía señales de radar que son reflejadas por personas, animales y objetos en el vehículo, y a partir de ahí la inteligencia artificial incorporada analiza las señales reflejadas.
El análisis realizado por el dispositivo determina el número de ocupantes y sus ubicaciones en un vehículo. Esa información también podría usarse para establecer tarifas para servicios de transporte compartido y carreteras de peaje, o para calificar vehículos para carriles compartidos. Sin embargo, su propósito principal es detectar cuándo un niño o una mascota se ha quedado solo accidental o deliberadamente.
Cuando se detecta el escenario, el sistema evitaría que las puertas del vehículo se bloqueen y sonaría una alarma para alertar al conductor, los pasajeros y otras personas en el área. El dispositivo preserva la privacidad y no tiene ningún punto ciego, ya que el radar puede atravesar los asientos.
El dispositivo de baja potencia funciona con la batería de un vehículo, y distingue entre los seres vivos y los objetos inanimados mediante la detección de movimientos respiratorios sutiles.
Los investigadores ahora están explorando el uso de esa capacidad para monitorear los signos vitales de los conductores en busca de indicios de fatiga, distracción, discapacidad, enfermedad u otros problemas.
Creen que podría convertirse en equipo estándar en todos los vehículos, aunque solo llegará al mercado a finales de 2020.
Podéis ampliar la noticia en uwaterloo.ca.
Imagen: Estudiantes Mostafa Alizadeh y Hajar Abedi probando el sensor