No es la primera vez que Facebook da un paso en este sentido, su interés por el control de dispositivos usando el pensamiento lleva años demostrado con los diferentes movimientos de la compañía, y ahora lo vuelven a demostrar con el anuncio de la compra de Ctrl-labs, una compañía conocida por crear una pulsera que traduce las señales musculoneurales en comandos interpretables por una máquina y que recaudó 67 millones de dólares de inversores antes de esta compra.
La adquisición aún no se ha cerrado, y los números no se han hecho públicos, pero se cree que rondarán los 1.000 millones de dólares.
A principios de este año, Facebook proporcionó una actualización sobre su proyecto de interfaz cerebro-computadora que presentó en 2017. En un artículo publicado en la revista Nature Communications, un equipo de científicos de la Universidad de California, San Francisco, respaldado por Facebook Reality Labs, describió un sistema capaz de leer y decodificar la actividad cerebral de los sujetos de estudio mientras hablan. Ahora tiene previsto incorporar Ctrl-labs en su división Reality Labs, cuyo trabajo principal se refiere a virtual y tecnología de realidad aumentada, la misma división donde se trabaja con Oculus, el proyecto de Realidad Virtual que Facebook compró por 2.000 millones en 2014.
Technological telekinesis: This wristband lets humans control machines with their minds. https://t.co/jjGEQWWADt pic.twitter.com/Ml43G2Mas5
— CNBC (@CNBC) July 1, 2019
Por qué compran Ctrl-labs
Facebook quiere encontrar formas más naturales e intuitivas de interactuar con dispositivos y tecnología, y quieren construir productos para el mercado consumidor lo más rápido posible. Ctrl-labs ya es propietaria de patentes de dispositivos que permiten el control de la robótica y los ordenadores a través de gestos y movimientos, por lo que los productos que lleguen al mercado podrían usar tanto gestos como pensamientos, todo con el objetivo de interaccionar mejor con los gadgets que nos rodean.
El prototipo de la compañía, Ctrl-kit, consta de dos partes: un gabinete del tamaño aproximado de un reloj grande lleno de radios inalámbricas y un componente atado con electrodos que se asientan más arriba del brazo. Ahora están trabajando en una versión final de una sola pieza, con un kit de desarrollador conectado a un PC de forma inalámbrica para el procesamiento (en un futuro podría realizarse dicho procesamiento en un chip del propio dispositivo, sin depender de PC).
Cómo funciona esta tecnología
https://twitter.com/CTRLlabsCo/status/1156992575657664512
La ciencia por detrás no es sencilla: se traduce la intención mental en acción. Dieciséis electrodos controlan las señales de las neuronas motoras amplificadas por las fibras musculares, los sensores miden las señales y, con la ayuda de algoritmos de IA (entrenados con TensorFlow de Google) distinguen entre los pulsos individuales de cada nervio. De esta forma podemos saber «qué quería hacer la neurona» y realizar la acción sin necesidad de movernos.
Qué podremos hacer con estos dispositivos
Inicialmente se pensó que esta tecnología ayudaría primero a los gamers de Realidad Virtual, pero poco después se vieron aplicaciones que mostraban un teclado virtual que asigna los movimientos de los dedos a las entradas del ordenador, permitiendo que un usuario escriba mensajes tocando la mesa con la punta de los dedos. Las aplicaciones son enormes, y ahora es el turno de los desarrolladores abrir la puerta a un nuevo e impresionante sector.