Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, está en conversaciones para realizar una inversión multimillonaria en Scale AI, una compañía especializada en el etiquetado de datos para el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial. Según fuentes citadas por Bloomberg, esta operación podría superar los 10.000 millones de dólares, convirtiéndose no solo en el mayor desembolso externo de Meta en IA hasta la fecha, sino también en una de las mayores rondas de financiación privadas en la historia del sector.
Veamos en detalle por qué esta alianza podría marcar un antes y un después en el panorama de la IA comercial y militar.
¿Qué es Scale AI y por qué es tan valiosa?
Para entender la dimensión del movimiento, primero hay que conocer a Scale AI, una startup estadounidense que ha crecido rápidamente en los últimos años. Su función principal es proporcionar servicios de etiquetado de datos, es decir, toma grandes cantidades de información (imágenes, textos, vídeos) y las organiza de forma que puedan ser utilizadas para entrenar modelos de inteligencia artificial.
Podría parecer un trabajo simple, pero es esencial para que los modelos generativos y predictivos «entiendan» el mundo. Es como enseñar a un niño a distinguir un gato de un perro mostrándole muchas fotos y explicándole cuál es cuál. Scale AI hace esto a gran escala para empresas como Microsoft y OpenAI.
En 2024, Scale AI generó 870 millones de dólares en ingresos, y para 2025 espera superar los 2.000 millones, una cifra que habla por sí sola sobre su crecimiento y la demanda de sus servicios.
Meta y su interés estratégico: mucho más que una inversión financiera
Meta ya había participado en la ronda de financiación Serie F de Scale AI con 1.000 millones de dólares, en la que se valoró la empresa en 13.800 millones de dólares. Pero lo que ahora se está negociando es una inversión mucho mayor, que podría transformar la relación entre ambas compañías.
No se trata solo de un aporte económico, sino de una colaboración tecnológica profunda, ya que Scale AI ha desarrollado sistemas como Defense Llama, un modelo de lenguaje grande (LLM) de uso militar, basado en Llama 3, la tecnología de IA generativa desarrollada por Meta.
Esto significa que la sinergia entre ambas firmas no solo apunta al mercado comercial, sino también al sector de defensa, un ámbito cada vez más influido por la IA.
Etiquetado de datos: el trabajo invisible que sostiene la IA
Uno de los elementos más llamativos de este modelo de negocio es que gran parte del trabajo de etiquetado lo realizan contratistas externos, muchos de ellos en condiciones laborales precarias, según diversas investigaciones. De hecho, el Departamento de Trabajo de EE.UU. cerró recientemente una investigación sobre posibles malas prácticas laborales en Scale AI.
Esto nos recuerda que, aunque hablemos de tecnología avanzada, detras de cada modelo de IA hay miles de horas de trabajo humano clasificando y verificando datos. Es un recordatorio de que la inteligencia artificial, por el momento, necesita de mucha inteligencia humana para funcionar.
Por qué esta inversión podría cambiar el juego en IA
Este posible acuerdo tiene implicaciones profundas para el ecosistema de la IA:
- Consolidación del poder de Meta: La compañía busca competir de tú a tú con gigantes como Google, Microsoft y OpenAI. Al invertir en una pieza clave del engranaje, como es el etiquetado de datos, Meta asegura una ventaja competitiva.
- Aceleración de la IA militar: Con Defense Llama como referencia, se abren nuevos caminos en el desarrollo de aplicaciones militares de la IA, una tendencia en crecimiento.
- Influencia sobre los estándares de la industria: Tener participación directa en una empresa como Scale AI podría permitir a Meta influir sobre los criterios de calidad y ética en el tratamiento de datos.
- Incremento del valor estratégico de los datos: Esta operación subraya que los datos bien etiquetados se han convertido en una especie de «petróleo digital» para entrenar modelos.
¿Qué podemos esperar a corto y medio plazo?
Si se concreta la inversión, es probable que Meta incremente su participación activa en el desarrollo de infraestructura para entrenamiento de modelos, incluyendo centros de datos, herramientas de gestión de datos y nuevos sistemas de IA propios.
También podría derivar en una mayor integración de IA en sus productos, desde filtros de Instagram más inteligentes hasta asistentes de texto en WhatsApp o interfaces de realidad aumentada basadas en predicción del comportamiento.
Por otro lado, la inversión también podría poner bajo la lupa de reguladores las prácticas laborales y de privacidad de datos, obligando a Meta y Scale AI a mejorar sus estándares de transparencia.
Una jugada ambiciosa que confirma la dirección del mercado
Esta posible alianza millonaria no es un capricho ni un simple movimiento financiero. Es una declaración de intenciones. Meta no quiere quedarse atrás en la carrera de la IA, y está apostando fuerte por controlar las bases de su desarrollo: los datos y su tratamiento.
Para los observadores del sector, este tipo de movimientos ofrece pistas claras sobre hacia dónde se dirige el futuro de la tecnología: IA cada vez más poderosa, más integrada en nuestras vidas y también más estratégica a nivel global.