La competencia en el sector de la inteligencia artificial no solo se está intensificando entre los grandes laboratorios, sino que está empezando a dejar huella en el ecosistema de startups y aplicaciones que dependen de ellos. Esta semana, dos decisiones clave tomadas por OpenAI y Anthropic han generado inquietud entre los desarrolladores que construyen productos a partir de sus modelos.
Una ruptura inesperada: el caso Windsurf y Anthropic
Windsurf, una aplicación muy popular dedicada al «vibe coding» —una especie de programación emocional que mezcla código con estados de ánimo del usuario—, fue sorprendida por una decisión unilateral de Anthropic: la empresa retiró casi por completo el acceso a sus modelos Claude 3.x sin más de cinco días de preaviso.
La respuesta pública del CEO de Windsurf, Varun Mohan, fue clara: su equipo estaba dispuesto a pagar por la capacidad total que usaban, pero aún así fueron desconectados. En su sitio web, calificaron el movimiento como un riesgo no solo para su empresa, sino para todo el sector de herramientas basadas en IA.
Detrás de este movimiento parece esconderse una razón más estratégica: OpenAI estaría en conversaciones para adquirir Windsurf por una suma cercana a los 3.000 millones de dólares. Aunque el trato aún no se ha confirmado, el simple rumor fue suficiente para que Anthropic decidiera cortar el acceso, argumentando que quieren enfocarse en “asociaciones sostenibles”.
Dicho de forma más directa por Jared Kaplan, cofundador de Anthropic: «Sería extraño que estuviésemos vendiendo Claude a OpenAI». En otras palabras, no quieren que su tecnología fortalezca a un competidor directo.
OpenAI también toma posiciones: el caso Granola
Del otro lado del tablero, OpenAI no se quedó de brazos cruzados. Esta misma semana anunció una nueva función llamada “record mode” en ChatGPT, disponible inicialmente solo para cuentas empresariales. Este modo permite grabar llamadas y generar notas automáticas de reuniones, algo que choca directamente con lo que ofrece Granola, una aplicación emergente que se ha hecho conocida precisamente por eso: usar IA para transcribir y resumir reuniones.
Aunque OpenAI no ha bloqueado directamente a Granola, la integración de funciones similares en ChatGPT pone presión sobre esta startup, y envía un mensaje implícito a otras apps: si tu idea tiene éxito, OpenAI podría replicarla desde dentro.
¿Estrategia comercial o selección natural tecnológica?
Este tipo de movimientos recuerda a lo que ocurre cuando una gran cadena abre una tienda justo al lado de un pequeño comercio que vendía productos similares. El mensaje es claro: pueden ofrecer lo mismo, pero más rápido, con más infraestructura y con un nombre de confianza detrás.
Para los desarrolladores y emprendedores, esta situación se vuelve cada vez más complicada. Muchos construyen sobre APIs y modelos que, en cualquier momento, pueden ser limitados o eliminados sin previo aviso, ya sea por una estrategia de mercado o por competencia directa.
¿Qué pueden hacer las startups frente a este panorama?
Es una realidad dura, pero no sin alternativas. Algunas recomendaciones para startups que dependen de modelos de terceros:
- Diversificación de proveedores: No atarse a un solo laboratorio de IA. Existen opciones como Cohere, Mistral, Google o incluso modelos open source que ofrecen buena calidad.
- Desarrollar capas propias: Crear valor añadido que no dependa exclusivamente del modelo subyacente. Por ejemplo, mejorar la interfaz, aplicar el modelo a nichos específicos, o combinarlo con otras fuentes de datos.
- Transparencia con los usuarios: Comunicar rápidamente si hay cambios en la disponibilidad o el rendimiento, y explicar el porqué.
Un ecosistema en evolución constante
Lo que está ocurriendo con Windsurf y Granola no es un caso aislado, sino el reflejo de una industria en transformación. Las grandes tecnológicas están dejando de ser solo proveedores de infraestructura para convertirse también en competidores directos de sus propios clientes.
La pregunta que queda en el aire es: ¿será posible construir un ecosistema de aplicaciones de IA realmente abierto y sostenible, o las startups estarán siempre a merced de las decisiones de los gigantes?
Por ahora, la clave parece estar en la agilidad, la innovación constante y la capacidad de adaptación. Como en una partida de ajedrez, cada movimiento cuenta.