Satya Nadella y el futuro del software: la IA ya escribe hasta el 30 % del código en Microsoft

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Ilustración surrealista de un robot generando código con inteligencia artificial entre nubes y luces suaves

Cuando Satya Nadella, CEO de Microsoft, reveló en la conferencia LlamaCon que entre el 20 % y el 30 % del código en los repositorios de Microsoft ya ha sido escrito por inteligencia artificial, no solo compartía un dato, sino que daba una señal clara del nuevo rumbo de la programación. Este porcentaje, que podría parecer sorprendente, refleja un cambio de fondo en la forma en que se construyen las herramientas digitales que usamos a diario.

Un nuevo paradigma para los desarrolladores

Hace no tanto, escribir código era una tarea que requería horas de concentración humana, depuración manual y pruebas interminables. Hoy, gracias a herramientas de IA como GitHub Copilot, gran parte del trabajo pesado lo realizan modelos entrenados para entender el contexto y sugerir líneas de código completas. Lo interesante es que la IA no solo está sirviendo como asistente, sino que ya genera desde cero bloques funcionales enteros, especialmente en tareas repetitivas o predecibles.

Según Nadella, el uso de estos sistemas no es una simple curiosidad experimental. Microsoft analiza de forma continua lo que llaman «tasa de aceptación», es decir, cuántas de las sugerencias de código generadas por IA son adoptadas finalmente por los desarrolladores. Esta tasa se sitúa entre el 30 % y el 40 %, lo que demuestra que estas herramientas ya ofrecen un valor real.

Lenguajes más compatibles con la IA

La inteligencia artificial no se lleva igual de bien con todos los lenguajes de programación. Python, por su estructura clara y sintaxis sencilla, se adapta de forma excelente a los modelos actuales. En cambio, C++, con su complejidad y fuerte dependencia de la gestión manual de memoria, todavía presenta desafíos.

Esto no significa que el código heredado en C++ quede obsoleto. Al contrario: Nadella enfatiza que estos desarrollos siguen siendo críticos para muchas infraestructuras y que la IA debe integrarse respetando ese legado. La idea no es reemplazar a los programadores humanos, sino potenciar su trabajo y acelerar los ciclos de desarrollo.

¿Qué significa esto para el futuro del software?

La visión de Microsoft es clara: el entorno de desarrollo del futuro será completamente diferente al que conocemos. Imagina que describes con palabras lo que necesitas —por ejemplo, “una app para organizar tareas familiares con recordatorios por voz”— y la IA se encarga de traducir esa intención en una aplicación funcional. Esa es la dirección que anticipa Nadella: la transformación de la intención en artefactos digitales vivos.

Esto tiene implicaciones profundas. No solo cambiará la forma de programar, sino también quién puede hacerlo. Profesionales sin formación técnica podrían crear herramientas digitales usando lenguaje natural. En otras palabras, la IA democratizará el desarrollo de software.

Otras grandes tecnológicas siguen el mismo camino

Microsoft no es la única en esta carrera. Google, bajo el liderazgo de Sundar Pichai, también ha revelado que más del 30 % de su código ya es generado por IA. Sin embargo, aún no existe un estándar común para medir este fenómeno, y las empresas reconocen que cada una emplea criterios distintos.

Meta, por su parte, aún no dispone de cifras oficiales, pero Mark Zuckerberg ya anticipa que en el próximo año la mitad del desarrollo de software de su compañía será realizado por IA. Una predicción que refuerza la idea de que no estamos ante una tendencia pasajera, sino ante una evolución estructural del sector.

¿Y qué pasa con los empleos en programación?

Con 410.000 personas dedicadas profesionalmente a la programación en España, es lógico preguntarse cómo afectará esta automatización al empleo. La realidad es más matizada de lo que parece. Aunque algunas tareas se simplificarán o desaparecerán, surgirán nuevos roles centrados en el diseño, supervisión y optimización de sistemas de IA, además del control ético y la seguridad del código generado.

Kevin Scott, director de tecnología de Microsoft, va más allá: estima que para 2030, hasta un 95 % del código podría ser generado automáticamente. Esto no elimina la necesidad de programadores, pero sí redefine sus funciones. El foco pasará de «picar código» a entender problemas complejos, formular soluciones creativas y validar que la IA haga bien su trabajo.

Una herramienta más en la caja, no el sustituto definitivo

Pensemos en la IA como una mopa robot: no limpia todo por ti, pero te ahorra tiempo y esfuerzo en lo rutinario. Lo mismo ocurre en programación. La IA puede escribir grandes bloques de código, pero necesita que alguien la guíe, la corrija y, sobre todo, entienda qué problema está resolviendo. El toque humano sigue siendo insustituible en decisiones estratégicas y en la comprensión profunda de los sistemas.

Este cambio no se trata solo de eficiencia. También abre las puertas a la creatividad técnica, al reducir las barreras de entrada y permitir que más personas experimenten, diseñen y propongan soluciones innovadoras.

La intervención de Satya Nadella en LlamaCon pone en palabras algo que muchos desarrolladores ya percibían: la inteligencia artificial está aquí para quedarse como compañera de trabajo. No reemplaza al programador, pero sí redefine su papel, al igual que el uso de calculadoras cambió la manera en que hacemos matemáticas sin eliminar la necesidad de comprenderlas.

Las predicciones son ambiciosas, pero realistas: si el 95 % del código es generado por IA en 2030, la forma en que diseñamos, construimos y mantenemos software será radicalmente distinta. Y eso, lejos de ser una amenaza, puede ser una oportunidad si aprendemos a convivir con estas nuevas herramientas.