Para entender la magnitud de este logro, pensemos en algo cotidiano: si conectáramos 10 electrodomésticos, 4 de ellos funcionarían solo con energía solar, eólica, hidroeléctrica o nuclear. Este dato surge de un análisis exhaustivo que incluye información de 215 países y se recoge en el «Global Electricity Review 2025».
El impulso de este cambio vino, principalmente, por el crecimiento explosivo de la energía solar, respaldado por avances en la generación eólica y una recuperación en la hidroelectricidad. Incluso la energía nuclear sumó su granito de arena, aunque en menor proporción.
China y la Unión Europea: líderes inesperados
Uno de los datos más llamativos del informe es que China abasteció el 81% de su demanda eléctrica con fuentes renovables en 2024. Mientras tanto, la Unión Europea alcanzó un 71%, siendo el bloque que más redujo su uso de carbón a nivel global. Esto no significa que ambos territorios hayan abandonado por completo los combustibles fósiles, pero sí demuestra un cambio de prioridades en sus políticas energéticas.
En la práctica, estos países han logrado instalar enormes cantidades de paneles solares y turbinas eólicas, muchas de ellas de última generación, que ya están en funcionamiento. Para visualizarlo: solo China generó en 2024 más energía solar que la que consumen varios países europeos juntos.
La energía solar brilló como nunca antes
Si tuviéramos que coronar a una fuente de energía como la campeona de 2024, sería la solar sin duda alguna. Su generación creció un 29% respecto al año anterior, el incremento más fuerte en seis años, alcanzando los 2.131 TWh (teravatios-hora). Para ponerlo en perspectiva: con esa cantidad podríamos abastecer durante un año a más de 400 millones de hogares promedio.
Estados Unidos y China fueron los principales impulsores de este avance, pero la Unión Europea también aportó lo suyo, con un crecimiento del 21% en energía solar. En ese contexto, por primera vez en la historia, la energía solar superó al carbón en la generación eléctrica europea.
La consistencia de esta tendencia también es notable: 2024 fue el vigésimo año consecutivo en el que la energía solar lideró el crecimiento entre todas las fuentes.
El viento también tuvo su momento
Aunque el crecimiento de la energía eólica fue más moderado (7,9% más que en 2023), su aporte fue fundamental. La generación eólica alcanzó un récord de 2.494 TWh, equivalente al 8,1% del mix eléctrico global.
Desde 2015, la energía eólica ha triplicado su presencia mundial, aunque en 2024 el ritmo se desaceleró ligeramente debido a condiciones menos ventosas, especialmente en China. Aun así, la instalación de nuevas turbinas gigantes permitió compensar parte de esa baja.
Estados Unidos: menos carbón, más sol y viento
En Estados Unidos, la combinación de energía solar y eólica superó por primera vez al carbón como fuente de generación eléctrica. El país produjo 757 TWh mediante estas tecnologías limpias, lo que representa el triple que en 2015.
Sin embargo, el gas natural sigue siendo el rey, con un 43% del total de la generación eléctrica. De hecho, Estados Unidos fue responsable de más de la mitad del crecimiento global en el uso de gas en 2024. A pesar de ello, el incremento de 64 TWh en energía solar fue su mayor aumento anual hasta la fecha.
India: avances importantes, desafíos pendientes
India también destacó en el informe, superando a Alemania como el tercer mayor generador mundial de energía solar y eólica. Entre 2019 y 2024, la generación limpia en el país casi se duplicó, alcanzando los 215 TWh.
Solo en 2024, la generación solar creció un 18% en India, con un incremento de 20 TWh, más de lo que produjo el Reino Unido en todo el año. Sin embargo, el país aún depende mucho del carbón: su generación a partir de esta fuente casi se duplicó desde 2012, llegando a 1.534 TWh, lo que lo convierte en el tercer mayor emisor del sector energético.
El clima aún influye en nuestras decisiones energéticas
El informe también señala que las olas de calor fueron responsables de un ligero aumento (1,4%) en el uso de combustibles fósiles en 2024. Las altas temperaturas elevaron la demanda eléctrica por el uso intensivo de sistemas de refrigeración, forzando a algunos países a recurrir nuevamente al gas o al carbón.
No obstante, si eliminamos ese efecto climático puntual, la generación limpia habría cubierto el 96% del aumento en la demanda eléctrica global. Esta cifra sugiere que estamos muy cerca de una etapa en la que las fuentes limpias no solo acompañen el crecimiento de la demanda, sino que también empiecen a reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Un futuro más verde en construcción
Aunque aún queda mucho por hacer, los datos del informe de Ember permiten imaginar un futuro en el que la electricidad del mundo se genera principalmente con fuentes limpias, accesibles y sostenibles. Las políticas públicas, los avances tecnológicos y la concienciación social están alineándose para que esto sea una realidad, incluso en países donde antes parecía imposible.
Ya sea por la instalación de paneles solares en los techos de casas particulares o por megaproyectos de energía eólica marina, el cambio no solo está en marcha, sino que va más rápido de lo que muchos esperaban.