Nvidia ha dado un paso significativo al abrir completamente el código fuente de PhysX, su motor de simulación física, incluyendo por primera vez el núcleo de simulación en GPU. Esta decisión no solo representa una oportunidad técnica, sino que también podría extender la vida útil de numerosos videojuegos clásicos y fomentar desarrollos más inclusivos en hardware.
Para entender la magnitud de esta decisión, primero debemos comprender qué es PhysX y por qué ha sido tan relevante (y a la vez tan limitado) en el ecosistema de los videojuegos.
¿Qué es PhysX y por qué ha sido tan influyente?
PhysX es un middleware de simulación física que permite representar de forma realista el comportamiento de objetos en videojuegos y entornos 3D. Imagina que un personaje lanza una piedra a una ventana: PhysX se encarga de calcular cómo la piedra vuela, cómo impacta y cómo se rompen los fragmentos del vidrio. Este tipo de interacciones, que en la vida real son producto de leyes físicas, necesitan replicarse matemáticamente en un entorno digital.
El motor fue desarrollado originalmente por la empresa suiza NovodeX y adquirido por Nvidia en 2008. Desde entonces, se convirtió en una herramienta popular en juegos como Mirror’s Edge, Batman: Arkham Asylum o Borderlands 2, especialmente por su integración con las tarjetas gráficas GeForce.
De cerrado a abierto: la evolución de PhysX
Aunque PhysX ha estado disponible de forma limitada desde 2018 bajo una licencia abierta, Nvidia había mantenido bajo llave su componente más valioso: el código del núcleo de simulación en GPU, es decir, el corazón que aprovecha la potencia de las tarjetas gráficas para ejecutar cálculos físicos complejos.
Ahora, todo el SDK de PhysX se encuentra disponible en GitHub bajo una licencia BSD-3, una de las más permisivas en el mundo del software libre. Esto significa que cualquier desarrollador puede estudiar el código, modificarlo, usarlo en proyectos comerciales o no comerciales, e incluso adaptarlo para funcionar con otras arquitecturas que no sean Nvidia.
¿Qué incluye esta versión de código abierto?
La versión actual del SDK de PhysX incorpora más de 500 núcleos CUDA, compatibles con simulaciones avanzadas como:
Dinámica de cuerpos rígidos, es decir, el movimiento de objetos sólidos que no cambian de forma.
Simulación de fluidos, como agua, humo o fuego en tiempo real.
Objetos deformables, como ropa o materiales blandos que se doblan o colapsan según su entorno.
Además, se ha liberado Flow, un kit especializado en la simulación de fluidos, que hasta ahora estaba reservado a usos muy específicos. Esto ofrece a los desarrolladores una caja de herramientas robusta para recrear entornos físicos creíbles en tiempo real.
Las limitaciones de PhysX: ¿por qué no se volvió un estándar universal?
Aunque PhysX es uno de los motores más avanzados de simulación física, su dependencia del ecosistema CUDA —la API exclusiva de Nvidia para programación paralela en GPU— ha sido siempre una barrera.
Esto quiere decir que, aunque se usó en más de 1.000 juegos, muchos de ellos solo funcionaban correctamente si el jugador contaba con una tarjeta gráfica de Nvidia. Los usuarios de AMD o Intel quedaban fuera del acceso a esos efectos visuales, lo que frenó su adopción como estándar en la industria.
Con el código abierto, ahora es posible portar PhysX a otras arquitecturas, como CPUs multinúcleo o tarjetas gráficas de otros fabricantes. Este cambio podría democratizar su uso y hacerlo verdaderamente multiplataforma, algo que la comunidad ha estado esperando desde hace años.
Impacto para los juegos clásicos: ¿vuelve la magia?
Uno de los efectos más interesantes de esta liberación es que los modders y desarrolladores independientes podrán extender la vida útil de juegos antiguos. Por ejemplo, títulos como Mirror’s Edge o Borderlands 2 han mostrado problemas de rendimiento en las nuevas tarjetas RTX 50, especialmente porque Nvidia ha eliminado el soporte oficial para PhysX de 32 bits en su nueva generación de GPUs «Blackwell».
Ahora, con acceso completo al código, se abre la posibilidad de que la comunidad cree una capa de compatibilidad que restablezca el rendimiento original, incluso en hardware moderno. Ya hay usuarios que instalan una segunda tarjeta Nvidia de bajo coste solo para ejecutar PhysX en paralelo con su GPU principal, como solución temporal.
¿Qué puede venir a futuro?
Este movimiento de Nvidia pone sobre la mesa varias posibilidades:
Compatibilidad cruzada: La comunidad podría adaptar PhysX para que funcione en GPUs AMD o incluso en dispositivos móviles.
Simulación científica o educativa: Gracias a su licencia abierta, PhysX podría usarse en simuladores médicos, aplicaciones de robótica o experiencias educativas interactivas.
Mayor innovación independiente: Estudios pequeños y desarrolladores individuales podrán incorporar simulaciones físicas avanzadas sin depender de costosas licencias.
En otras palabras, PhysX puede pasar de ser una herramienta algo olvidada y exclusiva, a convertirse en un componente versátil que dé vida a proyectos innovadores en muchos campos, más allá de los videojuegos.
La liberación completa del código de PhysX es como abrir una caja de herramientas que antes solo unos pocos podían usar. No es una promesa vacía: los cimientos están ahí, el código está probado en batalla, y ahora es cuestión de creatividad y colaboración para ver hasta dónde puede llegar.
Para quienes disfrutan experimentar con juegos antiguos, crear simulaciones realistas o simplemente aprender sobre cómo funciona la física digital, esta es una oportunidad valiosa. Y aunque el futuro no está escrito, hoy la comunidad tiene el poder —y el código— para decidir hacia dónde evoluciona este veterano motor de simulación.