Grammarly lanza «Authorship», su nueva herramienta para detectar contenido generado por IA

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Ilustración de la integración de IA en la educación con estilo cómic y urbano

En los últimos años, la línea entre lo que es creado por humanos y lo que es generado por inteligencia artificial (IA) se ha vuelto cada vez más difusa. Para muchos, especialmente en el ámbito educativo, esta confusión ha llevado a malentendidos y desconfianza. Y es aquí donde Grammarly ha decidido intervenir con su nueva herramienta: Grammarly Authorship.

¿Qué es Grammarly Authorship?

Imagina que estás escribiendo un documento en Google Docs y decides usar una herramienta de IA para ayudarte con algunas secciones. ¿Cómo puedes demostrarle a tu profesor que ese trabajo es legítimamente tuyo, aunque hayas utilizado un asistente digital? Ahí es donde entra Authorship. Esta herramienta no solo identifica si un texto fue generado por IA, sino que también muestra qué partes fueron creadas por una persona, qué secciones se copiaron de otras fuentes y cuáles fueron modificadas por herramientas de IA como Grammarly o un corrector ortográfico.

Lo realmente innovador de Authorship es que funciona durante el proceso de escritura. Esto significa que no solo analiza el producto final, sino que sigue cada paso que das, desde la primera letra que tecleas hasta el último punto y coma que colocas. Esto hace que la herramienta sea única, ya que la mayoría de los detectores de contenido generado por IA actuales solo revisan el texto una vez que ya está escrito.

¿Por qué es importante en la educación?

Si has estado en la universidad en los últimos años, probablemente has oído hablar de los problemas que surgen cuando un profesor sospecha que un estudiante ha utilizado IA para hacer trampas. Es un tema complicado porque, aunque la tecnología puede ser una gran ayuda, también puede ser vista como una forma de hacer trampa. Lo que hace Authorship es proporcionar una transparencia sin precedentes, mostrando exactamente cómo se escribió un trabajo, lo que puede ayudar a evitar malentendidos entre estudiantes y profesores.

Jenny Maxwell, la responsable de Grammarly para la educación, destacó que muchas instituciones educativas todavía no tienen políticas claras sobre el uso de IA, lo que ha generado una situación de «lucha constante» entre estudiantes y profesores. Yo creo que esto es algo con lo que muchos podemos identificarnos: ese momento de tensión en el que no estás seguro si tu trabajo será aceptado o rechazado simplemente porque usaste una herramienta de ayuda. Authorship promete reducir esa fricción al ofrecer una manera clara de demostrar cómo se realizó el trabajo.

Herramientas adicionales de Authorship

Authorship no solo se detiene en decir si algo fue escrito por una IA o no. También ofrece una variedad de herramientas para analizar y revisar el contenido. Puedes obtener un informe detallado que categoriza cada parte del texto, mostrando si fue escrito por un humano, generado o modificado por IA, o pegado desde otra fuente. Incluso puedes ver una «reproducción» del proceso de escritura, lo que te permite observar cómo se fue formando el texto, algo que puede ser útil si quieres demostrar que realmente te tomaste el tiempo para redactar cada sección.

Además, Grammarly tiene planes de expandir esta herramienta a Microsoft Word y Apple Pages antes de que termine el año. Esto significa que no importa cuál sea tu plataforma preferida para escribir, podrás beneficiarte de esta innovadora tecnología.

Un cambio en la conversación sobre la IA

En mi opinión, la llegada de herramientas como Authorship marca un cambio significativo en cómo nos relacionamos con la tecnología en la escritura. No se trata solo de detectar trampas, sino de fomentar un diálogo más productivo sobre el papel de la IA en nuestra vida cotidiana, especialmente en la educación. Como mencioné antes en WWWhatsnew.com, la clave está en cómo utilizamos estas herramientas para mejorar, en lugar de reemplazar, nuestras habilidades.

Grammarly Authorship está destinada a facilitar una conversación más transparente y menos conflictiva entre estudiantes y educadores, lo que podría ser un gran paso adelante para integrar la IA en la educación de manera responsable.