Cuando vivía en Brasil teníamos instrucciones de todo tipo para evitar que el mosquito de la dengue hiciera su verano. Lo de regar las plantas con un plato debajo, cuidado, porque el agua estancada es un imán para ellos. Pueden poner huevos, el agua puede secarse, luego el agua vuelve, y los huevos esperan, pacientes, para sacar miles de larvas al mundo.
Hay varios tipos de dengue, unas más peligrosas que otras. La dengue hemorrágica puede ser fatal, por lo que estar atentos a fuentes, estanques, jardines y demás, lo es todo.
El caso es que se ha intentado combatir con este mosquito de muchas formas, desde mosquitos estériles, a química, pasando por políticas de educación pública… pero ahí sigue.
Ahora llega una nueva solución que publican en el MIT, una que quiere acabar con el mosquito Aedes aegypti usando drones.
La solución llega, de hecho, desde São Paulo, y mezcla el concepto de mosquitos estériles que os comentaba antes con la tecnología de los drones: el uso de drones para la liberación de mosquitos machos estériles que «no-fecunden» hembras. Este método busca interrumpir el ciclo de reproducción del mosquito, disminuyendo su población y, por ende, la transmisión de la enfermedad.
La idea se le ocurrió a Ricardo Machado, ingeniero y fundador de Birdview, una empresa que originalmente utilizaba drones en la agricultura para dispersar insectos beneficiosos en los cultivos. Al conocer los esfuerzos científicos para controlar enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti, Machado vio una oportunidad para aplicar su tecnología de drones en la salud pública.
La estrategia consiste en utilizar los drones para llegar a lugares difíciles de acceder, donde el agua estancada permite la reproducción de los mosquitos. Estos drones son capaces de transportar hasta 17,000 mosquitos estériles en un vuelo de 10 minutos, cubriendo un área de aproximadamente 10 hectáreas.
Birdview ha colaborado con entidades como la ONU, la Universidad de São Paulo (USP) y la Corporación Brasileña de Investigación Agrícola (Embrapa) para evaluar la viabilidad y eficacia de esta técnica. Los estudios se han centrado en cómo la mecánica del dron y las condiciones exteriores afectan la supervivencia y dispersión de los mosquitos. Tras obtener resultados alentadores, se realizaron pruebas de liberación en estados brasileños y en Florida, EE.UU., utilizando el método de «marcar, liberar y recapturar» para monitorear el desplazamiento de los mosquitos.
La clave del éxito estará ahora en ver cómo se consigue llevar algo así a países con bajos ingresos, pero esperamos que se pueda ver una solución viable con un poco de colaboración internacional, porque los mosquitos no entienden de fronteras.