Recientemente, se ha suscitado una creciente preocupación sobre cómo las grandes plataformas digitales, específicamente Tumblr y WordPress, gestionadas por Automattic, planean utilizar los datos generados por sus usuarios para entrenar modelos de inteligencia artificial en colaboración con OpenAI y Midjourney. Este tema toca la fibra sensible de la privacidad en línea y cuestiona la ética detrás de la recopilación y uso de datos personales, aunque personalmente no me sorprende nada (de hecho ya imaginaba que OpenAI habría usado esos datos para entrenar a ChatGPT).
Tumblr y WordPress, dos gigantes en el ámbito de la publicación de contenido, se encuentran en el ojo del huracán tras revelarse informes que sugieren la venta de datos de usuarios a empresas dedicadas al desarrollo de IA. La noticia ha generado inquietudes válidas respecto al alcance y la naturaleza de los datos compartidos.
En el corazón de esta controversia está la transparencia y el consentimiento del usuario. Aunque Automattic ha asegurado que solo se compartirán los posts públicos, emergen dudas sobre si contenido privado o incluso eliminado ha sido compilado para este propósito. La posibilidad de que los usuarios puedan optar por no compartir sus datos es un paso positivo, pero aún queda en el aire cómo esta opción se implementará y comunicará efectivamente.
Desde mi perspectiva, la esencia del problema radica en la confianza. Como usuario y profesional en el sector tecnológico, entiendo la importancia de la data para entrenar modelos de IA. Sin embargo, considero vital que las empresas actúen con la máxima transparencia y ofrezcan a los usuarios un control claro y sencillo sobre sus datos.
El impacto en la privacidad no puede subestimarse. Aunque Automattic ha respondido a las preocupaciones, las garantías ofrecidas necesitan ser claras y verificables. No basta con prometer el respeto a la privacidad; es imprescindible demostrarlo con acciones concretas y mecanismos de verificación.
Finalmente, la respuesta de la comunidad y la adaptación de políticas de privacidad serán determinantes para el futuro de esta práctica. La colaboración entre plataformas de contenido y compañías de IA puede ser fructífera, siempre y cuando se maneje de manera que priorice la seguridad y los derechos de los usuarios.