Ah, el amor en tiempos de redes sociales, ese mundo donde Cupido cambia sus flechas por likes y DMs. Pero, amigos, no todo lo que brilla en Instagram (o Tinder, o Facebook) es oro; a veces, es pura pirita. Hoy vamos a hablar de cómo detectar a esos estafadores del amor, esos maestros del engaño que buscan más tu cartera que tu corazón. Sí, me refiero a las estafas románticas.
Primero que nada, pongamos las cosas claras: en el vasto mar de las redes sociales, hay peces de todos colores, pero los estafadores son esos peces globo que, aunque parezcan inofensivos, llevan un veneno peligroso. Así que, ¿cómo identificamos a estos peces globo antes de llevarnos una sorpresa desagradable?
1. Demasiado amor demasiado rápido
Aquí va la primera bandera roja: te llueven declaraciones de amor eterno antes incluso de que sepas su sabor de helado favorito. Si alguien te está bombardeando con mensajes de amor profundo a las pocas horas o días de conocerse, pon el freno. Es como si en una carrera de Fórmula 1 intentas ir a máxima velocidad en la primera vuelta; lo más probable es que acabes estrellándote.
2. Historias que parecen guiones de películas
Los estafadores tienen una imaginación que ya quisieran para sí los guionistas de Hollywood. Si tu nuevo amor virtual te cuenta historias que podrían competir con el guion de «Titanic» (sin el iceberg, claro), es momento de levantar una ceja. Emergencias repentinas, problemas de visado para visitarte, enfermedades extrañas… el repertorio es infinito. Si su vida parece un drama constante, quizás estés en medio de una estafa.
3. La cámara rota
En la era de los smartphones, donde hasta el más humilde de los teléfonos tiene cámara, que alguien no pueda hacer una videollamada es, cuanto menos, sospechoso. Siempre hay excusas: la cámara no funciona, el internet es malo, acabo de salir de la ducha… Si nunca logras verle la cara a esa persona, podría ser que esté escondiendo algo más que malos ángulos.
4. El arte de pedir sin parecer que piden
Aquí viene la maestría de la estafa: en algún momento, surgirá la necesidad de dinero. Pero ojo, no te lo pedirán directamente. Empezará con historias tristes, problemas que necesitan solución urgente, y antes de que te des cuenta, estarás ofreciendo enviar dinero para ayudar. Es como cuando te invitan a comer y alguien «olvida» su cartera; solo que en este caso, no estás pagando una comida, sino alimentando una estafa.
Alguien se ha saltado las apps de citas para millonarios y te ha encontrado a ti.
5. Investigación digna de Sherlock Holmes
En estos tiempos, un poco de stalkerismo digital es casi parte del proceso de conocer a alguien. Usa Google, busca sus fotos para ver si aparecen en otros perfiles con nombres diferentes, revisa sus redes sociales. Si tu nuevo amor es más escurridizo que un político en época de escándalos, algo no va bien.
En resumen, amigos, el amor en redes sociales puede ser tan real y hermoso como el que se encuentra en cualquier otro lugar, pero siempre con un ojo abierto. No dejes que el deseo de encontrar el amor te ciegue ante las señales de peligro. Y recuerda, si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. Mantén tu corazón y tu cartera seguros, y que Cupido te acompañe… pero con precaución.
Redes como Bumble ya han movido ficha, pero, al final, quien toma las decisiones, eres tú.