Cuando apareció ChatGPT, el mundo tuvo la sensación de que estaba presenciando un «nuevo nacimiento revolucionario», algo como lo que vivimos cuando nació Internet o cuando se presentó el primer smartphone.
En los primeros casos, yo tuve la ingenua idea de que el mundo mejoraría bastante con ello. En el año 2000 imaginé a la sociedad compartiendo conocimiento de una forma nunca antes vista, imaginé a una sociedad más formada, con opiniones más profundas sobre todo, con políticos más transparentes y con soluciones más eficaces para combatir los problemas que aparecen por el mundo. Cuando nació el móvil tuve una ilusión semejante, con personas leyendo e informándose sobre todo para poder crecer como sociedad, algo que en pocas ocasiones ocurre, ya que las redes sociales, en la mayoría de los casos, únicamente ofrecen entretenimiento para que las personas dejen de pensar en su realidad durante algunos minutos (u horas).
Más de 20 años después de todo esto, nos encontramos con jóvenes con menos capacidad lectora, con políticos poco preocupados con la transparencia o la corrupción, con Fake News y DeepFakes… claro, todo esto rodeado de cursos online, formación diversa y oportunidades de trabajo que aprovechan millones de personas en todo el mundo.
El caso es que ni Internet ni el móvil han solucionado los problemas que teníamos en el siglo XX, y en ambos casos se ha usado la tecnología para amenazar, engañar y robar a los más vulnerables. Con Sora no será diferente.
Tenemos ante nosotros a una herramienta que es capaz de generar vídeos realistas a partir de un texto, tal y como se puede ver en estos cuatro ejemplos:
Los vídeos tienen errores, claro, no son perfectos. Hay problemas de proporciones y algún que otro detalle, pero estamos ante el primer paso de una herramienta que, hoy, puede crear vídeos en 1080p de un minuto capaces de «engañar» a cualquier persona.
Uno podría pensar que los primeros afectados serán los creadores, los editores y productores de vídeo, pero antes de eso tenemos a una sociedad que verá fake news constantemente en redes sociales. Veremos vídeos falsos de asaltos en la esquina de nuestra casa, vídeos de violencia que nunca ocurrieron, vídeos que intenten desprestigiar restaurantes… y las políticas de creación de contenido en Sora no conseguirán parar la imaginación de los que piensan constantemente en formas de hacer el mal.
Una vez que tengamos asumido que todo lo que veamos puede ser falso, llegamos a la parte de la creación, en la que cualquier persona podrá crear cualquier cosa desde su casa, sin necesidad de contratar actores o recurrir a escenarios o a efectos especiales. Eso será un cambio, sin duda, semejante al que ocurrió cuando llegó Internet y muchos medios en papel se llevaron las manos a la cabeza.
Se acercan curvas, y es necesario que se controle quién está conduciendo, porque la sociedad, hoy por hoy, no está preparada para todo esto.