En mi experiencia como responsable web de decenas de proyectos he contratado una infinidad de servicios de hosting de todo tipo. Como os he dicho en varias ocasiones, existe una amplia variedad de soluciones de alojamiento web, y todas ellas tienen a su público adecuado.
Hoy, quiero compartir con vosotros mi opinión personal sobre cinco situaciones específicas en las que no recomendaría optar por un servidor compartido. Estas opiniones se basan en mi experiencia sobre el tema y buscan ofrecer una perspectiva práctica y realista. Eso no quiere decir que odie los servidores compartidos, aún matengo muchos sitios en ese tipo de infraestructuras, pero hay que conocer bien los límites y lo que podemos esperar de ellos.
1. Sitios Web con alto tráfico
Para aquellos de nosotros que hemos gestionado sitios web con un volumen significativo de tráfico, es bien sabido que los servidores compartidos pueden quedarse cortos en cuanto a recursos. Un servidor compartido aloja múltiples sitios en la misma máquina, lo que significa que los recursos (como la CPU, la memoria RAM y el ancho de banda) se dividen entre todos los sitios alojados. Si tu sitio experimenta picos de tráfico, es probable que su rendimiento se vea afectado, lo que puede resultar en tiempos de carga lentos o incluso en caídas del sitio.
2. Requerimientos de seguridad estrictos
Si tu sitio maneja información sensible, como datos personales, financieros o de salud, la seguridad debe ser una prioridad máxima. En un servidor compartido, tu sitio web «vive» junto a muchos otros, lo que incrementa el riesgo de vulnerabilidades de seguridad por asociación. Aunque el proveedor de alojamiento implemente medidas de seguridad robustas, no tienes control sobre lo que los otros sitios en el servidor podrían estar haciendo. He consultado a varias empresas sobre la importancia de elegir soluciones de alojamiento que ofrezcan un aislamiento y control de seguridad más fuertes, como los servidores dedicados o las opciones de alojamiento gestionado.
3. Necesidades específicas de configuración del servidor
A lo largo de mi carrera, me he encontrado con proyectos que requerían configuraciones de servidor muy específicas para soportar ciertas aplicaciones o entornos de desarrollo. En un servidor compartido, las configuraciones son generalizadas para satisfacer las necesidades del mayor número posible de clientes, lo que significa que tus opciones de personalización son limitadas. Si tu proyecto necesita versiones específicas de PHP, extensiones particulares, o configuraciones únicas de base de datos, un servidor compartido podría no ser la mejor opción.
4. Crecimiento y escalabilidad
Un servidor compartido puede ser una opción económica y adecuada para sitios web pequeños o proyectos en etapas iniciales, o incluso para sitios que puedan estar caídos algunas horas sin problemas, o versiones de pruebas de sitios que no están en producción. Sin embargo, si anticipas un crecimiento significativo, ya sea en términos de tráfico, contenido, o funcionalidad, te encontrarás rápidamente limitado por los recursos compartidos. La escalabilidad es crucial para el éxito a largo plazo, y soluciones como el alojamiento en la nube o los servidores dedicados ofrecen una mayor flexibilidad para escalar recursos según las necesidades de tu sitio.
También es cierto que muchos servicios de servidor compartido ofrecen la posibilidad de pasar a un VPS en pocas horas.
5. Experiencia del usuario excepcional
Finalmente, pero no menos importante, está la experiencia del usuario. En el competitivo mundo en línea de hoy, ofrecer una experiencia de usuario excepcional es crucial para retener a los visitantes y convertirlos en clientes fieles. Los tiempos de carga rápidos, la disponibilidad constante y un rendimiento web optimizado son aspectos clave. Un servidor compartido, con sus recursos limitados y posibles problemas de «vecindad» (otros sitios afectando tu rendimiento), puede dificultar la entrega de esta experiencia excepcional.
Repito, aunque los servidores compartidos pueden ser una opción atractiva desde el punto de vista económico para proyectos pequeños o en etapas tempranas (se pueden tener a partir de 5 euros al mes en algunos casos, o incluso menos), existen situaciones específicas donde otras soluciones de alojamiento podrían ser más adecuadas. Desde mi experiencia, evaluar cuidadosamente tus necesidades actuales y futuras, junto con los requisitos específicos de tu proyecto, es esencial para tomar la decisión.