Qué es un VPS y en qué debes fijarte al contratarlo

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Los que tenemos algunos sitios web alojados en diferentes máquinas alrededor del planeta estamos acostumbrados a escuchar términos como “hosting compartido”, “servidor privado”, “VPS”… son muchas las clases de hosting existentes, y hoy vamos a concentrarnos en una extremadamente conocida por su flexibilidad, los VPS o Servidores Privados Virtuales.

Al contrario que en un servidor compartido, los sitios web que guardamos en un VPS tienen recursos dedicados a nuestro proyecto, no los comparte con nadie más, de forma que si una “web vecina” tiene un problema, no afectará en nada a la nuestra. Esto ofrece varias ventajas adicionales, como el tener acceso completo al lugar donde está nuestra web (nada de lo que hagamos afectará a nadie más) y el poder contratar más o menos recursos en función de lo que nuestra web necesite en un momento determinado.

Para entender mejor de lo que estamos hablando vamos a ser más concretos, vamos a hablar de los vps ovhcloud. Son Servidores Privados Virtuales alojados en uno de sus 30 datacenters, con hardware administrado por sus profesionales y opciones que permiten la administración remota a través del área de cliente o de la API de OVHcloud, desde donde podemos añadir recursos adicionales con un solo clic o automatizar tareas diversas.

A la hora de contratar un VPS podemos elegir el sistema operativo adecuado para nuestro proyecto e implantar las soluciones que nos ofrezca el proveedor. En el caso de los VPS de OVHcloud podemos seleccionar la protección anti-DDoS, por ejemplo, sin coste adicional, o desplegar direcciones IP adicionales geolocalizadas para ayudar con la optimización SEO internacional.

Otro tema importante que hay que tener en cuenta a la hora de contratar un VPS es verificar si cuenta con balanceo de carga y de direcciones IP failover. El balanceo nos permite compartir el trabajo a realizar entre varios procesos, ordenadores, discos u otros recursos, lo que ayuda a resistir a un aumento de visitas inesperado, por ejemplo, mientras que el IP failover nos ayuda a realizar cambios de infraestructura sin que haya caídas del servicio, ya que los archivos de configuración están asociados a dicha IP failover, de forma que al cambiar la IP failover de un servidor a otro, los datos y las configuraciones siguen siendo los mismos.

Una solución más económica que la contratación de un servidor dedicado, sin perder la mayoría de sus ventajas.