Recientemente me topé con una novedad que me parece digna de compartir: la integración del Modo de Lectura de Android con Gmail. Este avance, aunque sutil, tiene el potencial de mejorar significativamente cómo interactuamos con nuestros correos electrónicos, especialmente para aquellos entre nosotros que valoramos la accesibilidad y la eficiencia en nuestra comunicación digital.
El Modo de Lectura, lanzado a finales del 2022, fue diseñado inicialmente como una herramienta de accesibilidad. Su propósito principal es ayudar a personas con dislexia, dificultades visuales o cualquier necesidad de accesibilidad a navegar por el contenido web de manera más efectiva, eliminando elementos visuales distractores y enfocándose en el texto. Una característica particularmente útil es su capacidad de vocalizar el contenido de las páginas, lo que ha cobrado mayor importancia después de que la función de Leer en Voz Alta del Asistente de Google viera reducidas sus capacidades.
Las instrucciones para activalo las tenéis en este enlace.
La reciente compatibilidad del Modo de Lectura con Gmail es una noticia que me entusiasma mucho. Aunque no todos los correos electrónicos son compatibles con esta función (no acepta PDFs, por ejemplo), la posibilidad de escuchar algunos de ellos es un paso adelante en la dirección correcta. Imagina poder escuchar tus correos más largos mientras realizas otras tareas; esto no solo es un avance en términos de accesibilidad sino también de productividad.
Aunque la integración todavía está en sus etapas iniciales (la han comentado en Twitter) y no es perfecta con cada correo, la herramienta promete ser una valiosa adición para aquellos que, como yo, aprecian cualquier innovación que haga nuestra vida digital un poco más manejable.
Acceder al Modo de Lectura es bastante sencillo. Puedes agregarlo al menú de Configuración Rápida de tu teléfono Android o configurar un acceso directo en las opciones de accesibilidad de tu dispositivo. La personalización de cómo activar esta función ofrece flexibilidad, permitiendo a los usuarios elegir el método que mejor se adapte a sus preferencias personales, ya sea a través de un botón de accesibilidad estándar, manteniendo presionados los botones de volumen o mediante gestos sugeridos, como un deslizamiento con dos dedos.