La estrategia del MIT para limpiar los océanos y el aire

Publicado el

CO2 oceanos

Investigadores del MIT dieron hace unos meses un paso importante hacia la mitigación del cambio climático con su último desarrollo: un método innovador para capturar el dióxido de carbono (CO2) de los océanos, uno de los desafíos más acuciantes de nuestro tiempo. Vamos a revisarla con calma, porque vale la pena conocerla.

Primero explico el tema más técnico y luego vemos el asunto más masticado.

Esta técnica se basa en el uso de dos células electroquímicas, equipadas con electrodos de plata y bismuto. La operación comienza con la primera célula, que trabaja transformando protones en agua de mar en CO2. Este CO2 es luego recogido mediante un sistema de vacío, un proceso que me parece fascinante por su sencillez y eficacia.

La segunda célula se encarga de devolver el agua al océano, pero en un estado más básico y libre de CO2. Este ciclo es prometedor por su bajo consumo energético y por su alta eficiencia, características que sugieren un coste potencialmente inferior al de las tecnologías actuales de captura de carbono del aire.

Explicación sencilla de la propuesta del MIT

Imagínate estas células como dos cajas especiales que, al interactuar con el agua de mar, realizan dos tareas principales: la primera transforma el CO2 disuelto en el agua en una forma que se puede capturar fácilmente, mientras que la segunda devuelve el agua al océano, pero en un estado más limpio y saludable.

Este método se destaca porque requiere menos energía para funcionar y es muy eficiente en el uso de la electricidad, dos aspectos clave que podrían hacerlo más viable y sostenible a largo plazo.

Los océanos son como grandes esponjas que absorben CO2 del aire, pero esta capacidad también los ha hecho más ácidos, lo cual es malo para la vida marina y los ecosistemas. Al enfocarnos en limpiar los océanos, este método no solo ayuda a proteger y restaurar la salud marina sino también a combatir el cambio climático de manera más efectiva.

Reflexionando sobre la importancia de los océanos en el ciclo del carbono, es imprescindible destacar que estos gigantes azules absorben una cantidad de CO2 hasta 50 veces superior a la atmósfera. Este hecho subraya la relevancia de enfocar esfuerzos en la captura de carbono oceánica, especialmente considerando que el 26% del CO2 de origen humano termina siendo absorbido por estos cuerpos de agua, contribuyendo a su acidificación y, de nuevo, a los múltiples problemas que esto conlleva para la vida marina.

La propuesta del MIT  aborda la necesidad de limpiar nuestros océanos de CO2 y abre la puerta a usos futuros para este carbono capturado, como su almacenamiento bajo el lecho marino o su conversión en combustibles y otros productos químicos en tierra. Exacto, el CO2 capturado no se desperdicia; puede almacenarse de forma segura o incluso usarse para crear combustibles, químicos, y otros productos útiles.

Mirando hacia el futuro, los investigadores apuntan al año 2025 como el momento en que esta tecnología podría estar lista para una demostración a gran escala. Este enfoque, que pone el foco en los océanos como frente principal en la lucha contra el cambio climático, marca un cambio en la dirección de nuestros esfuerzos de mitigación, tradicionalmente centrados en la captura de carbono del aire.

Referencias:

  • Asymmetric chloride-mediated electrochemical process for CO2 removal from oceanwater https://pubs.rsc.org/en/Content/ArticleLanding/2023/EE/D2EE03804H