Vuelve la piratería, porque vuelven los motivos que la causaron

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barco pirata

Tenemos que hablar sobre el resurgimiento de la piratería. Hace algunos años, parecía que la industria del streaming había encontrado la fórmula para competir exitosamente contra este fenómeno. Sin embargo, recientes tendencias indican que estamos retrocediendo a viejos problemas.

Recuerdo claramente, alrededor de 2010, cuando las compañías de streaming comenzaron a entender la importancia de ofrecer contenidos de manera asequible y accesible. Esta estrategia había logrado una notable disminución en las tasas de piratería. No obstante, parece que hemos olvidado esas lecciones. Desde 2021, estamos presenciando un aumento gradual pero constante de la piratería, tanto en Estados Unidos como en Europa.

Hoy en día, los usuarios se enfrentan a un verdadero laberinto de opciones. Las plataformas también ofrecen contenidos exclusivos, lo que obliga a los usuarios a suscribirse a múltiples servicios si quieren acceder a una gama más amplia de películas o series. Este fenómeno no solo es frustrante, sino que también resulta costoso para el bolsillo del consumidor. Si somos de Prime vídeo, y queremos ver The Walking Dead, habrá que pagar aún más por AMC, y así sucesivamente.

Por otro lado, las fusiones empresariales en el sector han tenido un efecto negativo en la calidad de los servicios. Un factor clave en este escenario es la presión constante por parte de Wall Street para que las empresas de streaming aumenten sus ganancias trimestrales. Esta presión a menudo resulta en decisiones que perjudican la calidad del servicio a largo plazo, en un intento por maximizar los beneficios a corto plazo.

Cory Doctorow acuñó el término «enshittification« para describir cómo los servicios que inicialmente buscan innovar y satisfacer al cliente, eventualmente degradan su calidad en la búsqueda de mayores ganancias. Es un ciclo que estamos viendo repetirse en el mundo del streaming.

Para romper este ciclo, las empresas necesitan adoptar enfoques que prioricen al cliente. Esto incluye reducir las compensaciones ejecutivas exorbitantes, aceptar reformas antimonopolio, enfocarse en mejorar el servicio al cliente y, en ocasiones, aceptar menores ganancias para mantener la calidad del producto y la lealtad del usuario.

Concluyendo, es evidente que si no se produce un cambio significativo en la mentalidad y estrategias de las empresas de streaming, la piratería seguirá siendo una alternativa atractiva para los consumidores. La historia nos ha mostrado que ignorar las necesidades y la comodidad del usuario solo lleva a resultados negativos a largo plazo.