En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha experimentado avances significativos que han permitido su aplicación en una variedad de campos, desde la medicina y la ingeniería hasta el entretenimiento y la educación. Uno de los desarrollos más notables en el ámbito de la IA aplicada al lenguaje natural es ChatGPT, el modelo preferido por muchos. Este modelo ha ganado tracción no solo por su capacidad para generar texto coherente y contextualmente relevante, sino también por su versatilidad en una amplia gama de aplicaciones.
En el contexto educativo, ChatGPT ha comenzado a ser utilizado como una herramienta de aprendizaje y asistencia para los deberes escolares. Algunas escuelas y educadores han adoptado esta tecnología para complementar la enseñanza tradicional, ofreciendo a los estudiantes una forma rápida y accesible de obtener información y aclarar dudas. Plataformas educativas en línea también han empezado a integrar ChatGPT como una característica adicional, permitiendo a los estudiantes interactuar con el modelo para reforzar su comprensión de los temas tratados.
Sin embargo, la adopción de ChatGPT en el ámbito educativo no está exenta de controversia. Mientras que algunos argumentan que la tecnología puede ser una valiosa adición a los recursos educativos existentes, otros expresan preocupaciones sobre su impacto en la calidad del aprendizaje, la integridad académica y la seguridad de los datos. Esto nos lleva a la cuestión central que abordaremos en este artículo: ¿Deberían los niños usar ChatGPT para hacer los deberes de la escuela?
Los límites de ChatGPT
El modelo se entrena utilizando un gran conjunto de datos que incluye texto de diversas fuentes, como libros, artículos académicos, sitios web y otros medios digitales. A través de un proceso de aprendizaje supervisado, el modelo se ajusta para predecir la siguiente palabra en una secuencia de palabras, lo que le permite generar respuestas o textos basados en las preguntas o indicaciones que recibe.
Es importante señalar que, aunque ChatGPT es capaz de generar respuestas que parecen informativas y precisas, el modelo no tiene una comprensión del mundo o acceso a información en tiempo real. Su funcionamiento se basa en patrones y estructuras lingüísticas que ha aprendido durante su fase de entrenamiento, lo que significa que su precisión y fiabilidad pueden variar.
En el ámbito educativo, ChatGPT se ha empezado a utilizar como una herramienta de aprendizaje interactivo. Puede ayudar a los estudiantes a aclarar dudas, ofrecer explicaciones sobre conceptos complejos y proporcionar ejemplos prácticos, pero hay que tener mucho cuidado con el proceso.
Ventajas de usar ChatGPT en la educación
Una de las ventajas más notables de utilizar ChatGPT en el ámbito educativo es el acceso instantáneo a información que proporciona. En el modelo tradicional de educación, los estudiantes suelen depender de los libros de texto, las notas de clase y la disponibilidad del profesor para aclarar dudas o adquirir conocimientos adicionales. Sin embargo, ChatGPT ofrece una alternativa más inmediata, permitiendo a los estudiantes obtener respuestas a sus preguntas en tiempo real, más rápido incluso que buscar en Google. Esto es especialmente útil para aclarar conceptos que pueden no haber sido completamente comprendidos durante la clase, o para obtener información adicional que vaya más allá del currículo estándar.
ChatGPT también puede actuar como un catalizador para fomentar la curiosidad y el aprendizaje autónomo. Dado que los estudiantes pueden interactuar con el modelo para explorar una amplia gama de temas, tienen la oportunidad de seguir sus propios intereses y profundizar en áreas que les resulten particularmente fascinantes. Esto puede ser especialmente beneficioso para los estudiantes que tienen un estilo de aprendizaje más autodirigido y para aquellos que buscan explorar temas que puedan no estar cubiertos en profundidad en su currículo escolar.
Varios estudios y casos de éxito respaldan las ventajas de utilizar ChatGPT en la educación. Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de Stanford encontró que los estudiantes que utilizaban asistentes de IA para el aprendizaje mostraban un aumento en la retención de conocimientos en comparación con aquellos que solo utilizaban métodos tradicionales. Además, algunas escuelas piloto han comenzado a integrar ChatGPT en sus sistemas de aprendizaje en línea, reportando un aumento en la participación estudiantil y una mejora en las calificaciones.
En un caso particular, una escuela secundaria en California implementó ChatGPT como una herramienta de apoyo para los deberes y encontró que los estudiantes eran más proclives a completar sus asignaciones y participar en discusiones en clase. Los educadores en esta escuela informaron que la herramienta no solo era útil para responder preguntas específicas, sino que también ayudaba a los estudiantes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico al desafiarlos a formular preguntas de manera más efectiva.
Los problemas
Pero no todo son buenas noticias.
Uno de los desafíos más prominentes asociados con el uso de ChatGPT en la educación es el riesgo de plagio. Dado que el modelo puede generar texto de alta calidad en respuesta a una variedad de preguntas, los estudiantes podrían verse tentados a presentar este contenido como su propio trabajo. Esto no solo plantea problemas éticos, sino que también puede socavar el proceso educativo, ya que el plagio evita que los estudiantes desarrollen habilidades de investigación, análisis y escritura críticas.
Por otro lado, el uso de ChatGPT para obtener respuestas rápidas podría llevar a una falta de comprensión profunda de los temas. Aunque el modelo puede proporcionar información precisa y bien articulada, no reemplaza la necesidad de un estudio detallado y la reflexión crítica que son fundamentales para el aprendizaje significativo.
La utilización de ChatGPT en entornos educativos también plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos. Los modelos de lenguaje como ChatGPT requieren acceso a grandes cantidades de datos para funcionar de manera efectiva. En un contexto educativo, esto podría incluir datos sensibles como preguntas de exámenes, proyectos de investigación y posiblemente información personal de los estudiantes. Aunque las empresas detrás de estos modelos suelen tener políticas de privacidad y medidas de seguridad, el riesgo de una violación de datos siempre está presente. Es importante tener siempre activada la opción de privacidad que evita que los textos enviados sean usados por ChatGPT para su propio entrenamiento.
Por último, hay que tener cuidado en cuanto a la precisión y fiabilidad de la información que proporciona. El modelo se entrena en un conjunto de datos que, aunque extenso, puede contener información desactualizada o incorrecta. Sin plugins, ChatGPT no tiene la capacidad de acceder a información en tiempo real o verificar la veracidad de los datos contra múltiples fuentes, aunque el modelo de pago está mejorando mucho en eso. Sea como sea, los estudiantes y educadores deben ser cautelosos al utilizar la información generada por el modelo y considerarla como un punto de partida más que como una fuente definitiva.
Mi opinión
Lo que tengo claro es que no podemos dar la espalda a la IA generativa en el entorno educativo, pero es importante acompañar desde cerca el proceso de adopción, igual que hicimos hace más de 20 años, cuando Internet llegó al mundo.
Si es posible, que el profesor y/o los padres se sienten con el niño/a a la hora de trabajar con ChatGPT, para que se entiendan las ventajas y los inconvenientes, y se use como un aliado, no como un obstáculo en su enseñanza.