Meta demandada en Estados Unidos por riesgos en la salud mental juvenil

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La gigante tecnológica Meta se encuentra en medio de un torbellino legal. Varios estados de Estados Unidos han presentado una demanda colectiva acusando a la empresa de anteponer las ganancias a la seguridad de sus usuarios más jóvenes. Este caso podría marcar un punto de inflexión en cómo se regulan las redes sociales en relación con la salud mental.

La demanda fue presentada en una corte federal de California y acusa a Meta de engañar al público sobre los riesgos que sus productos, como Facebook e Instagram, podrían tener en la salud mental de niños y adolescentes. La acción legal se centra en el modelo de negocio de Meta, que busca maximizar el tiempo que los usuarios pasan en sus plataformas.

Según la demanda, Meta ha implementado características que fomentan comportamientos perjudiciales en los jóvenes. Por ejemplo, la función de «Me gusta» y la falta de moderación en contenido relacionado con trastornos alimenticios y acoso. Estas características, según los demandantes, han contribuido a una crisis de salud mental en la juventud.

Meta ha refutado las acusaciones, argumentando que ya han introducido más de 30 herramientas, incluyendo controles parentales, para apoyar a los adolescentes y sus familias. La empresa critica que, en lugar de colaborar para establecer estándares claros y apropiados para la edad, los fiscales han optado por la vía legal.

En el Congreso de Estados Unidos, se ha presentado la Ley de Seguridad en Línea para Niños con el objetivo de proteger a los menores de contenido perjudicial. Sin embargo, esta ley ha generado preocupaciones sobre las implicaciones que podría tener para la libertad de expresión.

Este caso podría tener un efecto dominó en la industria tecnológica, obligando a otras empresas a reevaluar sus modelos de negocio y prácticas de seguridad. Podría establecer un precedente para una mayor transparencia y responsabilidad en la industria. TikTok podría ser culpada por lo mismo, de hecho.

El litigio contra Meta no es solo un caso aislado, sino un reflejo de las preocupaciones más amplias sobre el papel de la tecnología en la sociedad moderna. Podría servir como un catalizador para un cambio significativo en cómo se abordan los desafíos éticos y sociales que plantean las plataformas digitales.

Más información en The Verge.

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