Cuando los creadores toman las riendas de sus chatbots de IA

Publicado el

clona

El mundo de los chatbots de IA está ganando terreno rápidamente, pero ¿qué sucede cuando los creadores mismos se involucran en el proceso? Aquí entra en juego una nueva plataforma que permite a los creadores tener un control más directo sobre sus versiones de chatbot.

Se trata de Clona, una plataforma de suscripción que ofrece chatbots de IA basados en creadores reales. A diferencia de otros servicios, estos chatbots no están censurados y se centran en contenido explícito y personal.

Una de las diferencias más notables de esta nueva solución es que requiere el consentimiento explícito y la participación activa del creador en el desarrollo del chatbot. Los creadores tienen la capacidad de personalizar su chatbot, estableciendo límites sobre lo que el chatbot puede y no puede discutir. Los creadores comparten los ingresos de suscripción, lo que les proporciona un incentivo financiero para participar en la plataforma.

En lo que se refiere a la tecnología que hay por detrás, la plataforma utiliza el modelo de lenguaje LLaMa de Meta, que se personaliza para adaptarse a las necesidades específicas de cada chatbot. Los chats pueden recibirse como solo texto o con texto y voz, y la voz es la del creador, completamente natural, entrenada por él mismo para que el resultado sea perfecto.

En estos momentos están concentrados en contenido para adultos, pero la tecnología en la que se basa puede hacer que tengamos soluciones semejantes que nos permitan chatear con personalidades de los más diversos sectores con su consentimiento, con modelos entrenados por ellos mismos para que la experiencia sea lo más realista posible. Imaginad a Messi respondiendo en un chat personalizado para nosotros, o al presidente de los Estados Unidos, o a nuestro cantante favorito…

En un mercado saturado de chatbots, desde los ofrecidos por gigantes tecnológicos como Meta hasta startups como Replika, Clona busca ahora su nicho en la participación del creador, y esa receta sí que puede tener éxito.

Si bien el proyecto aborda algunas preocupaciones éticas mediante el consentimiento y la participación del creador, las implicaciones a largo plazo de tener copias de IA de personas reales en internet todavía están en el aire.