Rabbit: La IA que busca entender la interacción con el software

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Imaginemos un futuro cercano donde teclear comandos en una interfaz de usuario sea cosa del pasado. Rabbit, una startup emergente, busca hacer realidad este escenario al desarrollar una capa de interfaz de usuario impulsada por inteligencia artificial.

Fundada por Jesse Lyu y Alexander Liao, Rabbit es el nuevo nombre de la empresa Cyber Manufacture. Lyu es un matemático graduado de la Universidad de Liverpool, mientras que Liao era investigador en Carnegie Mellon. Ambos tienen como objetivo crear un sistema que permita a los usuarios interactuar con cualquier sistema operativo utilizando lenguaje natural.

El enfoque técnico de Rabbit

Cuando se habla de automatización en el ámbito de la tecnología, es común pensar en la Automatización de Procesos Robóticos (RPA, por sus siglas en inglés). Estos sistemas se centran en realizar tareas repetitivas y predefinidas, como rellenar formularios o responder correos electrónicos. Sin embargo, el enfoque técnico de Rabbit va más allá de esta simple automatización.

Comprender las intenciones del usuario

Una de las características más distintivas del modelo de Rabbit es su capacidad para comprender intenciones complejas del usuario. Esto significa que el sistema no solo ejecuta tareas, sino que también entiende el contexto y el objetivo detrás de una instrucción dada por el usuario. Por ejemplo, si un usuario pide «reservar un vuelo a París para la próxima semana», el modelo de Rabbit podría interpretar esta instrucción para buscar opciones de vuelo, comparar precios y finalmente realizar la reserva, todo ello de forma autónoma.

Interoperabilidad con aplicaciones existentes

Otro aspecto crucial del enfoque técnico de Rabbit es su interoperabilidad. El modelo ya es compatible con aplicaciones de consumo de alta frecuencia como Uber, DoorDash, Expedia y Amazon. Esto significa que el sistema puede interactuar con estas aplicaciones tal como lo haría un humano, pero de manera más eficiente. Rabbit tiene planes de extender esta compatibilidad a otros sistemas operativos y aplicaciones especializadas, lo que podría ampliar significativamente su alcance y utilidad.

Aprendizaje continuo

Rabbit utiliza un enfoque de aprendizaje continuo para mejorar su modelo. En lugar de depender de un conjunto estático de datos para el entrenamiento, el sistema aprende de demostraciones agregadas y datos disponibles en internet. Esto le permite adaptarse a cambios en las interfaces de usuario o en las dinámicas de las aplicaciones con las que interactúa.

Modelo robusto ante cambios

El modelo de Rabbit también es robusto ante perturbaciones, como cambios en la interfaz de usuario o actualizaciones de software. Esto es crucial para garantizar que el sistema siga siendo útil y eficaz a medida que las aplicaciones y plataformas evolucionan.

Comparación con competidores

Rabbit no es el único jugador en este campo. Empresas como DeepMind de Google y Adept también están trabajando en tecnologías similares. Sin embargo, Rabbit se diferencia al centrarse en un modelo que aprende de demostraciones agregadas y datos disponibles en internet, creando un «plano conceptual» para diversas aplicaciones.

Desafíos y obstáculos

Uno de los principales desafíos para Rabbit es la recopilación de datos. Para entrenar un modelo de este tipo, se necesita una gran cantidad de ejemplos de tareas completadas con éxito en aplicaciones. Además, la empresa ha anunciado planes para lanzar hardware dedicado, una estrategia que podría resultar arriesgada dada la complejidad de la fabricación a escala.

Estrategia de monetización y financiamiento

Con una financiación de 20 millones de euros y una valoración estimada entre 100 y 150 millones de euros, Rabbit planea monetizar a través de la licencia de su plataforma y la venta de dispositivos personalizados.

Rabbit es un proyecto ambicioso que busca cambiar la forma en que interactuamos con el software. Sin embargo, su éxito dependerá de su capacidad para superar desafíos significativos, tanto técnicos como estratégicos, y para distinguirse en un mercado cada vez más saturado.

Más información en TechCrunch.