La inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en un pilar fundamental para el desarrollo económico y social de la Unión Europea (UE). Un reciente informe de Public First, encargado por Google, arroja luz sobre cómo la IA podría ser una herramienta clave para enfrentar desafíos económicos y sociales.
Según el informe de Public First, la inteligencia artificial generativa podría añadir hasta 1,2 billones de euros al PIB de la UE. Este aumento no solo impulsaría la economía, sino que también podría liberar tiempo para los trabajadores, permitiéndoles centrarse en tareas más creativas y productivas.
El informe revela que el 74% de los trabajadores en la UE creen que las herramientas de IA les ayudarán a ser más productivos. Del mismo modo, el 79% de las empresas europeas consideran que utilizarán el tiempo ahorrado para asignar a sus empleados tareas de mayor valor.
La IA no es solo una herramienta económica; también tiene el potencial de abordar desafíos sociales y políticos. Desde el cambio climático hasta la polarización política, la IA podría ofrecer soluciones viables para mejorar la calidad de vida en la UE.
Google no es ajeno a este desarrollo. Sus productos y servicios se estima que contribuirán con 179 mil millones de euros a la economía de la UE en 2023. Google también ha estado trabajando en programas de formación en habilidades digitales, habiendo formado a más de 12 millones de personas en Europa desde 2015.
Para un desarrollo ético y responsable de la IA, es crucial la colaboración entre gobiernos, sector privado, academia y sociedad civil. La creación de estándares y protocolos comunes será vital para el futuro de la IA en la UE.
La IA tiene el potencial de ser un motor de cambio significativo en la UE, pero este cambio debe ser gestionado de manera ética y responsable. La colaboración será la clave para asegurar que la IA beneficie a todos los sectores de la sociedad, y no solo a unos pocos.
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