Belle, el robot pez AI que explora organismos bajo el mar

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Los avances tecnológicos continúan abriendo nuevas puertas en el campo de la exploración submarina. Un innovador desarrollo en este sentido es el robot pez autónomo llamado Belle. Este revolucionario dispositivo está diseñado para recopilar datos valiosos sin perturbar el entorno marino. Gracias a su capacidad para moverse en silencio y mimetizarse con su entorno, Belle tiene el potencial de transformar por completo la forma en que estudiamos los organismos marinos y las fuerzas que los afectan, como la sobrepesca y el cambio climático.

Belle: Un robot discreto en el mundo submarino

La principal ventaja de Belle es su capacidad para operar sin causar disturbios en el medio ambiente marino. A diferencia de los sistemas tradicionales impulsados por hélices, que pueden dañar los arrecifes de coral y asustar a los peces, Belle se mueve en silencio y se camufla como un pez real. Este enfoque garantiza que los estudios de las áreas más sensibles y vulnerables se realicen de manera respetuosa y sin consecuencias negativas para el entorno.

Un explorador autosuficiente

Belle es un robot autónomo equipado con inteligencia artificial (IA), lo que le permite navegar sin problemas bajo el agua. Sin embargo, sus capacidades no se limitan solo a la navegación. También puede recolectar muestras de ADN y grabar videos de alta resolución. Su diseño compacto y ligero, con un peso de aproximadamente 10 kg fuera del agua y una longitud inferior a un metro, facilita su transporte y maniobrabilidad.

El movimiento de Belle

El movimiento de Belle se logra gracias a una aleta de silicona con dos cavidades. Estas cavidades se llenan y vacían de agua mediante un sistema de bombeo, lo que provoca un movimiento suave y silencioso de la aleta. Esta tecnología permite que Belle se mueva sin perturbar el entorno natural, especialmente los arrecifes de coral presentes en las profundidades marinas.

Operación y recuperación

Belle tiene una autonomía de aproximadamente dos horas antes de que sus baterías necesiten recargarse. Una vez que completa su misión, el robot nada hasta la superficie y envía una señal GPS para su recuperación. Durante esta etapa, se reemplazan las baterías y los filtros de ADN ambiental, lo que hace innecesario el envío de datos en tiempo real.

Un aliado crucial para la investigación marina

Los biólogos marinos consideran que Belle pronto se convertirá en una herramienta indispensable en el estudio y protección de diversos ecosistemas de arrecifes. Al recopilar datos precisos sin causar perturbaciones, los investigadores podrán comprender mejor la salud y biodiversidad de la vida marina, lo que contribuirá a los esfuerzos de conservación y a abordar desafíos como la sobrepesca y el cambio climático.

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Imagen meramente ilustrativa creada por WWWhatsnew con Midjourney