Francia dio un paso significativo hacia su objetivo de construir un sector de vehículos eléctricos competitivo, al inaugurar su primera fábrica de baterías para automóviles eléctricos.
La planta, ubicada en Billy-Berclau, es la primera de varias fábricas planificadas que se abrirán en los próximos años en el llamado «Battery Valley», un corredor en el norte de Francia dedicado a la industria de rápido crecimiento de las baterías. La planta, propiedad de Automotive Cells Company (ACC), una sociedad entre TotalEnergies, Mercedes-Benz y Stellantis, es considerada una «gigafábrica» y se espera que juegue un papel crucial en el fortalecimiento de la posición de Francia en el mercado global de vehículos eléctricos.
Un hito comparado con la creación de Airbus: Francia avanza en la producción de vehículos eléctricos
El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, estuvo presente en la ceremonia de inauguración y comparó la importancia de la fábrica con la creación de Airbus, que convirtió a Europa en una potencia en la fabricación de aviones. Le Maire enfatizó la necesidad de que la Unión Europea fortalezca su industria frente a la competencia de China y destacó que Francia está comprometida con el desarrollo de la industria de las baterías como parte de su plan de «reindustrialización».
Europa se encuentra en una carrera para aumentar la producción de baterías y vehículos eléctricos, ya que la Unión Europea ha establecido el objetivo de eliminar gradualmente la venta de nuevos automóviles de combustibles fósiles para 2035. Esto ha llevado al anuncio de alrededor de 50 proyectos de fábricas de baterías en la UE en los últimos años. La fábrica de ACC en Francia es solo una de las muchas que se están construyendo en Europa para satisfacer la creciente demanda de vehículos eléctricos.
El desafío de competir con China y Estados Unidos
Aunque Europa está trabajando arduamente para fortalecer su posición en la industria de las baterías, se enfrenta a la dura competencia de China y Estados Unidos. China actualmente lidera la producción mundial de baterías para automóviles eléctricos y también domina la producción de las materias primas necesarias para fabricarlas.
Por otro lado, Estados Unidos está subvencionando fuertemente el sector a través de la Ley de Reducción de la Inflación, que incluye grandes incentivos para la energía limpia. A pesar de estos desafíos, Francia y Europa están decididos a competir y convertirse en jugadores clave en la industria de los vehículos eléctricos.
La inauguración de la fábrica de ACC en Francia no solo tiene implicaciones en términos de la industria automotriz, sino también en la economía en general. Se espera que la planta suministre 500,000 vehículos eléctricos al año para 2030, lo que ayudará a fortalecer la economía francesa y a crear empleos en la región.
A pesar de lo resaltado positivamente, también existen preocupaciones laborales. Algunos sindicatos franceses han manifestado su preocupación por el impacto que la industria de los vehículos eléctricos podría tener en los puestos de trabajo existentes. Esto se evidenció recientemente en una protesta realizada contra el cierre previsto de un sitio de Stellantis en Douvrin.