Robotor, un robot que ayuda a los escultores a crear sus obras de arte

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¿Imaginas poder crear una obra de arte con la ayuda de robots y la inteligencia artificial? Esto ya es posible gracias a la empresa italiana Robotor, que busca revolucionar la industria de la escultura simplificando el proceso de tallado mediante la utilización de robots y la inteligencia artificial.

La Historia de Robotor

La empresa fue fundada por Filippo Tincolini y Giacomo Massari, quienes ya contaban con experiencia en el mundo de la escultura y el diseño con la aplicación de nuevas tecnologías. En 2004, Tincolini fundó Torart, una compañía especializada en la fusión de la escultura, el arte contemporáneo y el diseño con la aplicación de nuevas tecnologías. Dos años después, la compañía desarrolló su primer robot, y en 2010, Massari se unió al equipo.

Después de recibir más pedidos y de colaborar con artistas de renombre mundial como Barry X Ball, la empresa decidió fundar Robotor en 2019. Su objetivo es crear una nueva era de escultura más rápida, fácil y sostenible, y permitir a los artistas crear obras que de otra manera serían inconcebibles.

El Proceso de Creación

El sistema robótico consiste en un brazo mecánico que utiliza electro-fusiles de diferentes tamaños y capacidades, y cuenta con una función automática de cambio de herramienta. El brazo está montado sobre una base multifuncional y modular que contiene los componentes eléctricos y hidráulicos necesarios. También está acompañado por una mesa rotativa en siete ejes, donde se colocan el mármol y las futuras esculturas. La mesa gira en interpolación completa con los movimientos del robot, aprovechando al máximo su flexibilidad, y puede soportar una carga de trabajo de hasta 50 toneladas.

El Software

El software propietario de Robotor, llamado OR-OS, es el corazón del sistema. Diseñado para programación por expertos o para auto-programación totalmente automatizada, el software toma un modelo 3D y genera automáticamente un flujo de trabajo optimizado y rutas de herramientas sin requerir intervención humana. Luego simula el proceso internamente para identificar posibles problemas antes de enviar las instrucciones al cincel robótico.

Basado en el camino de trabajo seleccionado, el software OR-OS le indica al robot qué tipos de productos y herramientas utilizar para las diferentes etapas del proceso de producción: desde el tallado hasta el pulido y limpieza.

La Vida Útil

A diferencia de los humanos, los robots no se fatigan ni cometen errores. Además, son capaces de trabajar en entornos extremos y peligrosos que pondrían en peligro la seguridad humana. Al utilizar herramientas apropiadas combinadas con la optimización de los caminos de trabajo, los robots pueden trabajar sin interrupciones 24/7, respondiendo a la necesidad de un control preciso de los tiempos y costos de trabajo. Según el cofundador Massari, esto se traduce en una reducción significativa de los tiempos y gastos de ejecución.

Creatividad vs. Tecnología

¿Puede un robot reemplazar la creatividad de un artista? Massari afirma que no. “El robot nunca reemplazará al artista. Es un simple ejecutor.” El cofundador explica que el robot reemplaza el trabajo laborioso y que lleva mucho tiempo que los artistas normalmente confían a laboratorios especializados para ejecutar su visión.

“Es raro ver a los artistas ejecutando todas las fases,” explica Massari, señalando que pueden intervenir en la fase de acabado directamente o dando instrucciones precisas. “Así es como operaba Miguel Ángel, y es cómo operan los artistas hoy en día.”

De hecho, el proceso creativo no ha cambiado en absoluto. Los escultores han utilizado bocetos de arcilla o yeso durante siglos antes de pasar al trabajo de mármol. Hoy en día hay un paso más: un modelo 3D que se crea a partir del boceto, que es esencial para el software que controla el robot.

Al reemplazar el proceso de producción tradicional, que es arduo y consume mucho tiempo, Robotor busca ampliar las posibilidades creativas de los artistas. Según Massari, las herramientas con punta de diamante de los robots que extraen el material sin romperlo o dividirlo abren nuevas posibilidades para el uso de materiales, incluyendo conglomerados de piedras y tierra que no se pueden procesar con métodos tradicionales.

La Visión de Robotor

El objetivo final de Robotor es inaugurar una nueva era de escultura en la que la expresión de los artistas humanos sea apoyada y ampliada mediante el uso de la robótica y la inteligencia artificial. Según los cofundadores, «esta era ya no consiste en piedras rotas, cinceles y polvo, sino en escaneos, nubes de puntos y diseño.»

La empresa ha tenido éxito en la preservación y comunicación del patrimonio cultural a través de la reproducción de grandes obras del pasado, como la replica del Arco de Palmira, que se destruyó por el ISIS en 2015, y la reproducción de Amor y Psique de Canova.

La obra de Robotor es impresionante y abre nuevas posibilidades para la creación de obras de arte a través de la tecnología. Sin embargo, queda la pregunta de si la creación de una obra de arte a través de una máquina se puede considerar verdadera expresión artística. ¿Es la creación de una obra de arte con la ayuda de la robótica y la inteligencia artificial realmente arte? ¿O es simplemente una producción técnica que se asemeja a una obra de arte?