En el Reino Unido, un trabajo conjunto del Laboratorio Nuclear Nacional y la Agencia Espacial, dará vida a la primera batería espacial del mundo alimentada por americio-241, un combustible de base nuclear que puede emitir energía por más de 400 años.
Este proyecto llega a renovar el panorama energético para las iniciativas especiales, pues, en su mayoría, las baterías atómicas funcionan con plutonio-238, un radioisótopo producido únicamente en Estados Unidos y Rusia, contando actualmente con un escaso suministro.
Investigadores del Reino Unido trabajan en una nueva tecnología para baterías atómicas
«Durante los últimos 50 años, las misiones espaciales han utilizado plutonio-238 para evitar que las naves espaciales se congelen, pero el suministro es muy limitado», dijo el profesor Tim Tinsley, director de cuentas de Laboratorio Nuclear Nacional de Reino Unido. «Hemos identificado reservas significativas de americio-241, un radioisótopo con propiedades similares al plutonio-238, pero con un potencial revolucionario para las ambiciones espaciales del Reino Unido», agregó.
El americio-241 es un tipo de isótopo de americio. Es radiactivo, al igual que todos los isótopos de americio y su desintegración radiactiva toma 432,2 años, período considerado como su vida media.
Este isótopo, que es el más frecuente de americio que se puede encontrar en los desechos nucleares, se utiliza principalmente como fuente de ionización en detectores de humo y también, como medidor de espesores de vidrios y como fuente de neutrones para ensayos no destructivos de maquinaria y equipos.
Dada la actual dificultad de acceso al plutonio-238, expertos espaciales coinciden en la urgencia de encontrar una alternativa. La opción presentada por el equipo de investigación británico, además de proponer el uso de otro isótopo, destaca por su extendida vida útil, que supera considerablemente la tecnología actualmente empleada, que ya asegura varias décadas sin necesidad de ser reparadas.
«Este método innovador para crear americio para impulsar misiones espaciales nos permitirá no solo mantener la exploración de la Luna y Marte durante períodos de tiempo más prolongados, sino también aventurarnos más en el espacio que nunca», dijo el Dr. Paul Bate, director ejecutivo de la Agencia Espacial del Reino Unido.
Esta nueva batería comenzará a utilizarse dentro de los próximos cuatro años. En cuanto a sus primeros usos, se prevé su presencia en próximas misiones al espacio profundo, como la misión Argonaut de la Agencia Espacial Europea a la Luna.