Uno de los grandes avances e innovaciones atribuidos a la impresión 3D durante el último tiempo es la proyección de uso de esta tecnología en el área de la construcción.
Algunas investigaciones ya han experimentado en torno a la impresión de obras gruesas, con hormigón o acero. Ahora, un proyecto más reciente presentó un sistema de impresión 3D con arcilla, para construir piezas para el diseño de interiores, como el separador de ambientes que aparece en la fotografía adjunta a esta nota.
Impresión 3D para el decorar o acondicionar el interior de una vivienda
Un equipo de ingenieros de la Escuela de Arquitectura de Waterloo, ante el avance de la impresión 3D en la construcción de grandes infraestructuras, se focalizaron en un aspecto complementario a atender: el diseño de interiores. Bajo este fin, comenzaron a imprimir en 3D ladrillos entrelazados hechos de arcilla, para crear separadores ambientales y otras piezas decorativas para el diseño de interiores.
La arcilla es un material muy conocido y ampliamente utilizado, por miles de años a lo largo de la historia de la humanidad. Un nuevo modo de uso para este material llegó de la mano de la cada vez más avanzada tecnología de impresión 3D.
“Este enfoque adopta el espíritu de la artesanía cerámica tradicional con precisión robótica, ofreciendo nuevas vías para la expresión material y la complejidad geométrica dentro de este campo”, escribieron los miembros del equipo en la presentación de este proyecto, denominado Hive.
El resultado de la imagen adjunta, que se puede revisar en detalle a través de este vídeo, se encuentra ahora en las oficinas del piso 24 del edificio Investment Management Corporation de Ontario, Canadá. Se trata de una pared de panal decorativa, que presenta variaciones en la luz y la privacidad que otorga. El rasgo distintivo de estos ladrillos es que sus aberturas se pueden abrir o cerrar gradualmente.
Esta pared deja pasar algo de luz, pero también ofrece un poco de privacidad. Si bien está hecha de ladrillos de arcilla, cuenta con una estructura de marco de madera que la rodea, porque esos ladrillos en sí no son estructurales, pero tampoco son débiles, ya que cuentan con un diseño entrelazado.
Esa función de enclavamiento, así como las aberturas de diferentes formas, requirieron muchos retoques tanto en los modelos digitales como físicos. El material en sí también planteó algunos desafíos. Los ingenieros probaron varias formulaciones de arcilla para descubrir el material óptimo para la impresión 3D.
La impresión 3D se basa en la capacidad del material para endurecerse rápidamente. En el plástico, esto es una función de la temperatura: a medida que el plástico se enfría, se vuelve más duro, lo que significa que se pueden agregar nuevas capas con bastante rapidez. En hormigón y arcilla es una cuestión de sequedad. Esto crea algunos desafíos ya que la capa anterior debe estar bastante seca para no colapsar, pero no demasiado seca para que se adhiera a la nueva capa.
El equipo tras este proyecto seguirá explorando las bondades de esta materia prima, sometida a la innovación ofrecida por los sistemas de impresión 3D. La capacidad de personalizar las construcciones generadas mediante este método, es una de las razones que impulsa iniciativas como esta.