Científicos crearon método para descomponer materiales vegetales y obtener energía ecológica

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Resulta imperativa la necesidad de que la ciencia encuentree caminos hacia productos y combustibles que sean verdaderamente renovables, frente al aumento de los costos de la energía y los efectos patentes de la quema de combustibles fósiles en el clima global.

Mediante el uso de herramientas químicas, fue probado que es posible acceder a la energía renovable que “esconde” la materia vegetal en algunos de sus componentes, abriendo el camino así a una nueva alternativa que podría reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles.

Energía verde a partir de algunos compuestos de materia vegetal

El consumo de combustibles fósiles, a pesar del estado de emergencia climática bajo el que se encuentra en el planeta, continúa siendo muy alto. Ned Jackson, profesor de química orgánica en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Estatal de Michigan. “Todos nuestros combustibles líquidos y casi todos nuestros materiales manufacturados, desde gasolina y galones hasta encimeras y ropa, comienzan con petróleo: petróleo crudo”, comentó el científico.

Frente al contexto actual, es necesario desarrollar las herramientas que permitan una transición desde los combustibles fósiles a las fuentes renovables de carbono para todos estos elementos presentes en la vida diaria. 

Jackson y su ex estudiante de posgrado Yuting Zhou, ahora investigador postdoctoral en la Universidad de Illinois, desarrollaron un método químico que permite que la electricidad y el agua rompan los fuertes enlaces químicos en la materia vegetal, también denominada biomasa. Este proceso «electrocatalítico» podría aplicarse a la lignina, un componente de biomasa rico en carbono que generalmente se desecha o simplemente se quema, como subproducto de la fabricación de papel. Esta nueva herramienta también tiene el potencial de destruir los contaminantes ambientales, ampliando la cantidad de recursos que se aprovechan en procesos productivos ya existentes.

Para aprovechar tanto el carbono como la energía almacenada en la biomasa, con el propósito fijo de reemplazar el petróleo, se necesitan métodos nuevos y eficientes para descomponer este material complejo, resistente y de baja energía en componentes básicos para combustibles y productos. Puntualmente, se necesitan herramientas para desconectar los fuertes enlaces químicos que los unen, mientras se retiene, e incluso se mejora, la mayor cantidad posible de contenido de carbono y energía.

“Una de las cosas que nos impulsa es la idea de que nuestro principal uso del petróleo es el combustible que se quema para producir energía, agregando gases de efecto invernadero a la atmósfera”, dijo Jackson. “La nueva ciencia es un paso hacia la extracción de compuestos de carbono útiles para desplazar una fracción del petróleo fósil que usamos hoy”.

El modelo propuesto por estos científicos, publicado recientemente en Nature Communications, plantea una interesante alternativa para obtener nuevas fuentes de energía. El análisis del investigador principal, señala con algo de desazón que esta opción podría no ser suficiente para países con un alto consumo de combustibles fósiles, como Estados Unidos, que concentra la quinta parte del consumo de crudo mundial. Sin embargo, aplicándose a otra escala, esta podría ser una solución que ayude a acelerar la transición hacia energías limpias.