La cámara que usa la gente de Google para capturar las imágenes de Google Street View es diferente en función del terreno.
No es la misma la cámara que hay sobre los coches que la que se usa en la mochila para capturar entornos naturales. De hecho usan desde camellos a motos de nieve, y cada cámara tiene que adaptarse a esas condiciones.
Ahora informan que están probando una nueva cámara para que empiece a funcionar en 2023, con el objetivo de aumentar la calidad de las fotos y llegar a más lugares.
El hardware es semejante al de la cámara de los coches. Mantiene la potencia y la resolución, pero es un sistema ultraportátil del tamaño de un gato y un peso de solo 7 kg. Ese peso es ideal para llevarla a lugares remotos donde el peso es fundamental para el éxito de la misión.
Cuenta con dos objetivos y una base de metal con orificios de ventilación, y es completamente modular, de forma que pueden ponerle lidar u otros componentes sin necesidad de cambiar de modelo de cámara.
También puede ponerse en cualquier vehículo con barras portaequipajes, y se gestiona desde un simple móvil, por lo que no hay que tener un vehículo especial para que funcione.
La idea es entregarla a diferentes socios para que puedan aumentar la cantidad y calidad de fotos de Google Street View, donde ya hay más de 220.000 millones de imágenes de Street View de más de 100 países y territorios.