Después de un largo tiempo de tensión, tras los hechos acontecidos ayer con el inicio de los ataques rusos a Ucrania, hoy ya se habla derechamente de una guerra entre ambos países, como consecuencia de la escalada de un conflicto que viene originándose desde 2014.
Como parte de esta era digital, así como las redes sociales han jugado un rol fundamental en la transmisión de nueva información, otros fenómenos relacionados con la tecnología también se han manifestado durante las últimas horas.
Redes sociales: noticias reales y fake news al instante
Cuando ocurren hechos sumamente noticiosos, el debate estalla en Twitter. Este acontecimiento no ha sido la excepción, manteniéndose hasta ahora como tendencia a nivel global los nombres de Rusia, Ucrania, Vladimir Putin, la OTAN e incluso, el concepto de una temida «Tercera Guerra Mundial».
La capacidad de difundir contenidos con celeridad en esta plataforma ha servido incluso para que los mismos medios de comunicación de estas latitudes se alimenten con información emitida desde el lugar de los hechos. Sin embargo, esta bondad digital acarrea un gran vicio: la difusión de noticias falsas, popularmente conocidas por su denominación en inglés, fake news.
Un supuesto spot de la campaña presidencial de Volodímir Zelenski, actual primer mandatario ucraniano, en el que se le ve utilizando armas, es uno de los bulos con mayor difusión en las últimas horas. A partir de una imagen sin contexto es fácil inventar una historia, considerando la efervescencia del tema. Sin embargo, aquellas imágenes no corresponden a una declaración política, sino que a una escena de «Servidores del Pueblo», una serie televisiva que Zelenski protagonizó dos años antes de asumir el poder.
Imágenes de la explosión de Beirut en 2020, fotografías antiguas sacadas de contexto e incluso capturas de videojuegos, eliminadas posteriormente por Twitter, han sido parte de la desinformación difundida.
Esta misma dinámica también se ha manifestado en TikTok, donde la celeridad de las publicaciones y la masificación de hashtags alineados con esta tendencia han abierto un espacio similar para los bulos.
La única solución, en tiempos de saturación informativa, es la verificación mediante orígenes confiables de los datos que van llegando. Además de las tradicionales fuentes verificadas de prensa, un recurso valioso de consulta son los verificadores de noticias, como StopFake a nivel internacional y VoxCheck de Ucrania.
Cómo la guerra afecta al bitcoin
El gas y en general, los combustibles, están enfrentando alzas de valor a nivel global, a propósito de esta guerra. Las granjas de minado de criptomonedas, que consumen un alto índice de energía, ven en esta situación una dificultad, al incrementarse los precios de uno de sus recursos fundamentales para funcionar.
A principios de año, vimos cómo la alta demanda de este recurso dio pie a una compleja crisis en Kazajistán, que además de escalar hacia una crisis económica y sociopolítica, derivó en una fuerte caída del bitcoin. Bajo este aspecto, la situación ahora no es muy diferente.
Al desatarse la crisis, tras acumular una serie de bajas de precio consecutivas, el bitcoin alcanzó un mínimo histórico, la mitad del máximo de 68.990 dólares por unidad alcanzado en noviembre de 2021. La especulación en torno al valor de esta criptomoneda ha encendido las alertas de quienes invierten en este recurso digital. Sin embargo, entendidos en la materia aseguran que esta situación podría ser transitoria, algo que se puede apreciar en una sutil recuperación de su precio durante las últimas horas.
Estados Unidos ya anunció sanciones económicas a Rusia por su ataque a Ucrania. Las repercusiones económicas de esta medida, que hoy tiene al rublo ruso cercano a sus más bajos valores históricos, presuntamente ya fueron contempladas por el gobierno ruso, quienes ya estarían pensando en la implementación de un «rublo digital», aprovechando la tecnología de las criptomonedas para enfrentar estas sanciones.
Rusia: ofensiva digital y la posibilidad de aislarse de Internet
Desde Ucrania, sitios gubernamentales han reportado que han sido víctimas de ataques DDoS. Para enfrentar esta situación, según reporta la agencia Reuters, el gobierno ucraniano se encuentra reclutando hackers voluntarios para resguardar su infraestructura digital.
Desde la otra vereda, a través de reportes emitidos en 2019, conocimos que Rusia desarrolló un sistema para mantener su conectividad digital al margen de la red global de Internet. Casi literalmente con «apretar un botón», el gobierno ruso afirmó contar con la capacidad técnica de desconectarse del sistema global de DNS, para operar únicamente con RuNet, una especie de gran intranet limitada únicamente a sitios web locales.
Parecía lejana, en primera instancia, la implementación de esta posibilidad en Rusia. No obstante, frente a los hechos conocidos, podría concretarse la eventualidad si estos lamentables hechos continúan alcanzando ribetes mayores.