La fiebre del NFT continúa. Miles de personas venden de todo usando este formato, opensea se llena de dibujos, logos y hasta de arte creado por Wombo con la esperanza de que alguien se gaste cientos (o miles) de dólares comprando su contenido digital.
No es fácil, solo un muy pequeño porcentaje de gente acaba ganando dinero con el tema. Unos venden ballenas de colores, otros su propio rostro fotografiado año tras año, y otros obras de arte de pintores reconocidos en la historia.
En esta última categoría tenemos a Picasso, a sus herederos, de hecho, quienes creen que podrían hacer negocio vendiendo 1 010 piezas de arte digital de una de sus obras de cerámica que nunca antes se había visto públicamente. Tenéis la foto de la obra en AP.
La nieta de Picasso, Marina Picasso, y su hijo Florian Picasso, desde su apartamento en Ginebra, hablaron ya sobre la pieza y sobre como emitirán certificados digitales de autenticidad que se puedan adjuntar al arte digital. No sabemos aún si harán 1.000 fotos de la ensaladera y la venderán en su propio mercado NFT, pero por ahí irán los tiros.
Se trata de una reliquia familiar, una pieza de cerámica del tamaño de una ensaladera grande de la que se sabe muy poco. Las partes expuestas muestran formas como una línea amarilla gruesa, una mancha verde que gotea y un número «58» pincelado en la base.
Algunas de las ganancias se donarán a una organización benéfica que tiene como objetivo ayudar a superar la escasez de enfermeras y otra a una organización no gubernamental que quiere ayudar a reducir el carbono en la atmósfera.