Aprovechando los avances del estudio de la biología y la química, investigadores lograron desarrollar un método para convertir la glucosa en olefinas, un tipo de hidrocarburo, presente entre los componentes de la gasolina.
De esta forma, se cimienta el camino para el desarrollo de biocombustibles sustentables, que podrían ser útiles para su uso en los vehículos del futuro.
Bacterias que comen azúcar y generan hidrocarburos
Para desarrollar este estudio, investigadores de las universidades de Buffalo y Berkeley, comenzaron a alimentar con glucosa a cepas de E. Coli que no representan un peligro para la salud humana y que se caracterizan por su alto consumo de azúcar.
Esta muestra de E. Coli fue genéticamente modificada, para producir un conjunto de cuatro enzimas, capaces de convertir la glucosa en ácidos grasos, los cuales tras un proceso químico de refinado, dan origen a las olefinas como producto.
El equipo científico logró identificar las enzimas y el catalizador que actúan en este proceso a través del ensayo y error, probando con diferentes moléculas con propiedades adecuadas para las tareas realizadas. «Combinamos lo que la biología puede hacer mejor con lo que la química puede hacer lo mejor, y los juntamos para crear este proceso de dos pasos», comentó Zhen Q. Wang, profesor asistente de ciencias biológicas en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Buffalo. «Usando este método, pudimos hacer olefinas directamente a partir de la glucosa», señaló a su casa de estudios.
La glucosa, al ser un recurso renovable, abre una importante puerta para la fabricación de biocombustibles, que son cada vez más cotizados para su uso en proyectos tecnológicos centrados en energías verdes. «La glucosa es producida por las plantas a través de la fotosíntesis, que convierte el dióxido de carbono (CO2) y el agua en oxígeno y azúcar. Así que el carbono en la glucosa, y más tarde en las olefinas, es en realidad del dióxido de carbono que se ha extraído de la atmósfera», precisó Wang.
La investigación necesita desarrollarse más aún, para seguir explorando los beneficios que se pueden aprovechar con la aplicación de este método. Aún hay dudas sobre la viabilidad de su implementación a escala industrial, sobre todo por lo que respecta al consumo de energía durante el proceso. Además, a través del método actual, los científicos necesitan 100 moléculas de glucosa para producir 8 de olefina, aproximadamente.
Además del desarrollo de biocombustibles, las olefinas pueden ser útiles también para la obtención de otros productos, como lubricantes industriales y plásticos.
El detalle de este estudio —en inglés— se encuentra publicado en Nature Chemistry.
Fotografía del encabezado: Douglas Levere, Universidad de Buffalo.