Los drones policía están más cerca de ser independientes, de no depender de pilotos y dedicarse únicamente a capturar imágenes.
Así lo demuestran desde la República Checa, donde han presentado una tecnología que permitiría a los drones decidir qué es normal y qué no, enviando un mensaje al controlador, quien decidiría qué acción tomar.
Son drones con la capacidad de descubrir comportamientos sospechosos, un sistema de vigilancia que analiza las imágenes de los drones de una manera similar a como lo hace el cerebro humano.
El proyecto es el resultado de una investigación realizada entre la Universidad Tecnológica de Brno y la Policía de la República Checa. Usan un sistema utiliza con redes neuronales para decodificar datos, y pueden usarlo tanto para vigilancia y control de multitudes, como para la gestión del tráfico.
Para funcionar, las imágenes del dron están divididas en «celdas» más pequeñas. Cada celda es analizada de forma independiente y se crea un modelo de comportamiento estándar en el entorno dado, para comparar las anomalías posterioremente.
El dron aprende y ejecuta el programa en tiempo real, lo que hace que sea muy eficaz cuando se necesite una acción inmediata.
Para probarlo filmaron un campo de fútbol y pidieron a los jugadores que se tumbaran al suelo de repente. El dron alertó que algo raro pasaba. Eso es práctico para casos de secuestros, terrorismo, atracos y mucho más.
El problema es que puede haber muchos falsos positivos, por eso es posible establecer el nivel de sensibilidad hasta que los drones sean más listos y puedan verificar si pasa algo raro o si simplemente alguien se ha agachado a atarse los zapatos.
La policía checa ahora comenzará sus propias pruebas para ver la eficiencia de este sistema.
Más información en english.radio.cz.