Nvidia, compañía que goza de fama por sus tarjetas gráficas, comunicó que el 31 de agosto de este año dejarán de brindar soporte a Windows 7, 8 y 8.1.
De igual forma, anunciaron que descontinuarán la atención a las GPU construidas bajo la arquitectura Kepler, presentes desde 2012.
Fin de soporte para Nvidia en Windows 8.1 y predecesores
El anuncio fue justificado por la compañía apoyándose en que a la fecha, todas las versiones anteriores de Windows, salvo la 8.1, ya se encuentran fuera del margen temporal cubierto por su soporte. La inclusión de Windows 8.1 en esta medida fue determinada en función de su fecha de fin de soporte, agendada por Microsoft para enero de 2023.
De acuerdo con lo que señala la encuesta sobre hardware y software de Steam, alrededor del 92.87% de los jugadores ya usan Windows 10, seguido por sólo un 1.97% que aún ejecuta Windows 7.
Seguramente, el inminente anuncio de Windows 11 configuró el escenario ideal para comenzar esta transición, que también afectará a parte de su hardware.
Se acaba una generación de tarjetas gráficas
Las GPU Kepler solían comercializarse como parte de las series 600 y 700 de Nvidia, en tarjetas de gama baja. Esta arquitectura, desarrollada por la misma compañía, fue la sucesora de Fermi.
Los más de 9 años de presencia que acumula esta tecnología utilizada en tarjetas como las GPUs GTX 650, 660, 760 y 770, no desaparecerán tan abruptamente. A pesar de que acaparan apenas un 1% de usuarios, según la misma encuesta de Steam, extendiendo la cobertura de sus actualizaciones de seguridad críticas hasta septiembre de 2024. Esta medida también aplica para la generalidad de las GPUs de Nvidia en las versiones descontinuadas del SO de Microsoft, hasta Windows 7.
Tanto en el caso de esta clase de tarjetas gráficas, así como también con los sistemas operativos antes mencionados, el fin de su ciclo de soporte no implica que estos dispositivos dejen de funcionar. Incluso en nuevas instalaciones, podrán descargarse de todas formas los drivers y ocuparlos sin mayores problemas.
No nos daremos ni cuenta del paso del tiempo y en algunos años más, probablemente un ordenador con Windows 7 y una GPU Kepler de Nvidia pase a catalogarse como un equipo «retro gamer».