La inteligencia artificial protege los bosques, disminuye las emisiones químicas tóxicas y ayuda a hacer un mundo más limpio
La revolución industrial afectó de manera negativa la situación ecológica en el mundo. Las fábricas y plantas no solamente nos dejan toneladas de productos, sino también toneladas de emisiones de gases de invernadero, residuos de combustible y contaminación acústica. Varios siglos después, la humanidad es capaz minimizar el daño con la ayuda de las tecnologías modernas. La inteligencia artificial (IA) y el internet de las cosas (IIoT) son capaces de reducir la influencia negativa de la industria pesada: solucionar problemas climáticos y minimizar las emisiones a la atmósfera, entre otros. En Intel creen que es necesario implementar la IA en la industria cuanto antes.
¿Qué hacer con el gas venenoso?
Desde los comienzos del desarrollo de la industria pesada, en las fábricas se utilizan combustibles fósiles: petróleo, gas, carbón, turba. La quema de combustible fósil causa emisiones de dióxido de carbono que permanece en la atmósfera durante siglos. Los científicos opinan que este proceso influye negativamente en el clima y lleva al calentamiento global.
La inteligencia artificial es capaz de controlar el proceso de combustión. Los sensores pueden detectar con gran precisión la fuente de contaminación y el volumen de gases producidos, así como también ofrecer una solución para el problema. Por ejemplo, las emisiones pueden ser tratadas adicionalmente para disminuir su impacto nocivo en la naturaleza.
Las tecnologías de aprendizaje automático hacen de la IA un importante rival para el ser humano. Gracias al autoaprendizaje el sistema aumenta la precisión de los indicadores con cada informe. Utilizando estos datos se puede optimizar el proceso de producción y minimizar el impacto negativo en el clima. Capgemini, una de las mayores compañías de información, cree que la inteligencia artificial es capaz de reducir la emisiones de gases de efecto invernadero un 16 % durante los próximos 3-5 años. Para ello, los gerentes de empresas han de comenzar a implementar la IA. Durante los dos últimos años se pudieron reducir las emisiones un 13%, y este es un resultado realmente fantástico.
¿Cómo el hombre puede salvar el bosque?
Los bosques también sufren el impacto de la industria pesada. Según los datos de la organización industrial y agrícola de la ONU, la tala de árboles es la segunda causa del cambio climático, después de la emisión de gases. Cada segundo perdemos un bosque cuyo tamaño es comparable con un campo de fútbol. Los árboles se talan para crear almacenes industriales, constituir carreteras, nuevas fábricas, etc. Es importante reponer estas pérdidas a tiempo y controlar el proceso.
Para ello, se utilizan tecnologías de inteligencia artificial. En Suecia, para solucionar el problema de empobrecimiento de bosque, desarrollaron el programa de apoyo Microsoft AI for Earth. En el país hay muchos alerces que cada día son víctimas de los ataques de las polillas. Para controlar esta situación, lanzaron drones patrulla que fotografían las zonas del bosque. Las fotografías son transmitidas al ordenador, donde la IA define los árboles dañados para prevenir la propagación de la enfermedad. Con la ayuda de este sistema se logra preservar muchos árboles y también reaccionar de manera más ágil contra los problemas.
La ayuda de la inteligencia artificial no termina con los drones. Existen sistemas que controlan en tiempo real la humedad del bosque, el estado del suelo en general y ofrecen ideas sobre la situación actual en cualquier momento. Gracias a estos datos se pueden evitar sequias y reaccionar a tiempo ante incendios forestales. Según la FAS, federación de científicos americanos, en el año 2020 más de 10 millones de hectáreas a escala mundial han sido víctimas del fuego. Lamentablemente, muchos sistemas de detección de incendios forestales todavía confían en evaluaciones manuales. Robotics Cats, una compañía de tecnología robótica de Hong Kong, desarrolló un sistema automatizado de monitorización basado en la IA para controlar la detección de incendios.
Gracias a estos sistemas la humanidad puede controlar el daño causado a la naturaleza y protegerla con la ayuda de sistemas modernos.
Preservación y transformación de energía
El beneficio de las compañías de la industria pesada depende, en gran medida, del volumen de producción. Se puede aumentar el beneficio creando nuevas fuentes de energía, o intentando ahorrar las existentes. Es posible implementar un enfoque de ahorro de energía con la ayuda de la IA: crear un sistema energético inteligente, controlar las oscilaciones de potencia y pronosticar la accesibilidad de energía. Se pueden implementar modelos de predicción de generación que sirvan para las fuentes de almacenamiento.
Los sistemas inteligentes son capaces de incrementar la productividad de cualquier empresa. Las redes recopilan y procesan los datos en tiempo real. Después del análisis queda claro cuánta energía gasta la empresa y cómo se puede reducir este valor. Cuando se trabaje a máxima potencia, el sistema inteligente, generalmente, utilizará la energía de fuentes renovables, reduciendo así las necesidades de toda empresa.
En el año 2016, Google introdujo el uso del internet industrial de las cosas y la inteligencia artificial para reducir los gastos de energía en los centros de tratamiento de datos un 30 %. Cada cinco minutos, la IA en la nube hace una foto del sistema de refrigeración y, desde los miles de sensores, los transmite a las redes neuronales profundas del DeepMind, las cuales predicen cómo diferentes combinaciones de acciones potenciales afectarían el consumo en el futuro. La empresa incrementó sus ingresos, redujo los gastos y ofreció un ejemplo a otras grandes empresas del mundo.
La implementación de este tipo de tecnologías permitirá a la producción colocarse a un nuevo nivel, uno más sostenible. La mayoría de las startups se desarrollan precisamente en esta dirección, la cual se hace más real cada día.
Disminución del número de accidentes
No hay producción capaz de evitar completamente las averías. Los equipos se estropean, los empleados se equivocan o pueden presentarse problemas externos. Lo importante es cómo la empresa afronta estos problemas. Muchas averías causan emisiones tóxicas que envenenan la naturaleza.
La IA y el IIoT son capaces de mitigar las consecuencias. Incluso hoy día existen sistemas capaces de recopilar información a bajo nivel sobre el mantenimiento, y avisar sobre una futura avería del equipo. Esta conexión permite a los empleados reaccionar con antelación y tomar medidas para proteger los equipos.
A menudo, son los empleados las víctimas de los traumas laborales. Para disminuir el número de estos casos, se llevan a cabo cursos de formación, se usa ropa de trabajo especial y se vigila muy de cerca el proceso de producción. Para prevenir estas situaciones, la compañía Suffolk, un gigante de la construcción en los EE. UU., implementó drones en sus obras. El dron hace fotografías y las envía al ordenador, donde el sistema de IA determina cualquier riesgo relacionado con la seguridad del personal. El sistema compara las nuevas imágenes con las ya existentes en la base de datos, analiza los informes de accidentes laborales y ofrece recomendaciones para su prevención.