Dos elementos que hacen adictivo a TikTok

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TikTok y otras plataformas similares, suelen acaparar a diario, varias horas invertidas en el consumo de contenido e interacción dentro de la plataforma.

Por formato, los clips son breves dentro de esta red. Aún así, no es poco el tiempo que se invierte dentro de ella. ¿Qué mantiene cautivos a sus usuarios?

Diseñado para generar dependencia

Claramente, Bytedance necesitaba hacer rentable su negocio atrayendo no sólo personas para que descarguen la app, pues lo que más necesitan es tener usuarios activos dentro de la plataforma.

Al plantearlo de esa forma, podría sonar un poco chocante. Sin embargo, mediante un mecanismo similar, la mayoría de las redes sociales perfila sus propias estrategias.

En el caso de TikTok, fueron dos elementos los que confluyeron en la consolidación de su éxito: el uso de herramientas de aprendizaje automático y la implementación del scroll infinito en su pantalla principal.

Aprendizaje automático, pero diferente

Redes sociales, plataformas de música y de vídeos y hasta la publicidad en la web son ejemplos de instancias en las que mediante técnicas de aprendizaje automático, nuestras preferencias y actividad son analizados para definir los contenidos a exhibir y el mecanismo para operar con algunas otras funciones más específicas.

Son varias las plataformas sociales que utilizan alguna variante propia de algoritmo de recomendación, para proporcionar contenido seleccionado con precisión, acorde al comportamiento histórico de los usuarios. 

En TikTok, las recomendaciones recibidas se basan en videos inspirados ​​en lo que tú y otros usuarios ven. Si has visto el mismo clip de TikTok que otros, es posible que te recomienden los videos que aquel otro usuario también ha visto. 

De esta forma, los algoritmos pueden predecir tus preferencias de contenido en función de las actividades de usuarios similares a ti.

Usualmente, las plataformas sociales construyen sus recomendaciones en base a tu actividad inicial. Por ejemplo, Facebook te insta a agregar amigos y seguir páginas tras crear una cuenta e Instagram solicita un proceso inicial similar. Esto, además de hacer más amigable la experiencia del usuario, proporciona a los algoritmos la información necesaria para comenzar a trabajar.

En TikTok las cosas son algo diferentes, pues las recomendaciones comienzan desde el primer minuto en que abres la app, incluso si aún no registras una cuenta. Al entrar, podrás ver de forma infinita una serie de clips cortos, principalmente aquellos posicionados como tendencia. 

Esto hace que la plataforma sea estimulante desde el principio. Si se suma además que el contenido se presenta en una pantalla infinita, resulta serlo más todavía.

La clave de la dependencia

Aza Raskin, desarrollador y diseñador, es el responsable de la creación del “scroll infinito”, en ocasiones denominado también como “pergamino infinito”. Se trata de la técnica empleada para desarrollar sitios web o aplicaciones sin final, con contenido dinámico que se va cargando en la medida que se navega. 

¿Suena familiar, cierto? Es el principio en el que se funda la dinámica de muchas redes sociales, incluyendo TikTok.

En una entrevista con la BBC, Raskin declaró en 2018, con algo de arrepentimiento, que su tecnología ha sido utilizada para crear aplicaciones “deliberadamente adictivas”, comparando su creación con una suerte de “cocaína conductual” espolvorada por toda la interfaz, “que te insta a volver y volver”, según sus mismas palabras.

Entre sus críticas, Raskin también señaló que «si no le das tiempo a tu cerebro para alcanzar tus impulsos, sigues desplazándose».

Sin el afán de reducir fenómenos más complejos a estos dos elementos, la clave del éxito de TikTok se debe a su experiencia cautivante, al menos para su público objetivo, el cual puede encontrar en su plataforma clips de hasta tres minutos, pero dedicarles varias horas e incluso, jornadas completas.

Cuando el uso de TikTok u otra red social interfiere negativamente en el desarrollo de cualquier actividad cotidiana, siempre es bueno tomarse un respiro y replantearse la rutina. Si hacerlo voluntariamente es difícil, se puede conseguir la ayuda de un profesional.